Los adultos mayores que tienen la necesidad de trabajar han sido los más afectados por la pandemia de Coronavirus COVID-19.
En México, este segmento vulnerable ante el virus pierde en gran medida porque miles de personas de la tercera edad se dedican a trabajar en los supermercados, gasolineras o en el comercio informal para mantenerse y viven al día.
La cifra de casos confirmados en el país es de 5,014 casos y 332 defunciones por COVID-19, de acuerdo con José Luis Alomía, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud. De estos, gran parte la conforman las personas de la tercera edad.
Es por ello que diversos supermercados y marcas personales se han concentrado en apoyarlos y un funcionario público encontró la manera de sumarse.
A modo de “castigo” para quienes no acatan las medidas de contingencia referentes a estar en confinamiento, el presidente municipal de Gómez Farías, Chihuahua, Alen Muñoz, designó que los conductores ebrios que salieron el fin de semana, deben comprar dos despensas para ancianos o personas vulnerables.
Ambas despensas deben valer mil pesos y se debe llevar en especie, así apoya a un segmento vulnerable y evita que los habitantes salgan de casa si no es necesario, o que ingieran bebidas alcohólicas en la vía pública.
Además, un agente acompaña al infractor a adquirir los productos en pequeños comercios del municipio.
El Gobierno Federal implementó apoyo para ese segmento, al decretar que las personas que forman parte de la pensión para el Bienestar (para adultos mayores de 68 años), reciban el doble de lo que normalmente adquieren cada dos meses, a modo de adelanto para enfrentar la pandemia.
Es decir, en lugar de recibir 2,620 pesos, se embolsarán 5,240 pesos, lo que equivale a cuatro meses de ayuda que da el gobierno.
De acuerdo las últimas estimaciones del Consejo Nacional de Población, en México hay más de 12 millones de adultos mayores, de los cuales 53.9 por ciento son mujeres y 46.1 por ciento son hombres.
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