Los mexicanos estamos a menos de 48 horas de comenzar una de las celebraciones más importantes del año en el país: el Día de Muertos, temporada en la que honrar a los seres queridos se ha convertido en no solo una tradición, sino también en motivo para cambiar ciertos hábitos de compra.
De acuerdo con información reportada por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), el año pasado se obtuvieron 16,793 millones de pesos como derrama económica derivada solo de esos dos días en México.
Negocios que viven de la muerte
Aunque suene paradójico, durante la temporada de Día de Muertos y cuando ocurre el deceso de una persona hay ciertos negocios que reportan un buen nivel de venta gracias a ambos sucesos.
Según datos recabados por el Departamento de Investigación de InformaBTL existen algunos retailers y demás establecimientos que ven beneficiosa la llegada del Día de Muertos, entre los que destacan los siguientes:
- Tiendas de autoservicio.
- Tiendas especializadas (licorerías).
- Panaderías.
- Florerías.
- Tiendas de disfraces.
En cuanto a tiendas minoristas, Bodega Aurrera fue el autoservicio en el que más compraron los mexicanos en Día de Muertos (26%) durante 2017, según reporta dicho departamento de investigación, seguido de Walmart y Soriana, ambos con 16 por ciento, mientras que en La Comer y Superama adquirieron un 11 por ciento de los consumidores del país.
Este tipo de retailers ven un impulso en sus ventas gracias a la alta demanda de productos específicos, tales como pan de muerto, calaveritas de chocolate, bebidas alcohólicas, cigarros, chocolate, carne pollo, veladoras, dulces tradicionales, mole, entre otros.
Y para generar más interés en el shopper, la industria de retail y fabricantes en México se encargan de implementar determinadas estrategias promocionales que les ayuden a ganar la preferencia de los clientes, y de paso motivar compras no planeadas.
Realizar sampling o degustaciones en colaboración con promotores en puntos de venta, crear ediciones limitadas de cierto producto, acompañado de un rediseño de packaging, o montar exhibiciones adicionales suelen ser algunas de las acciones visibles en supermercados, clubes de precio y tiendas de conveniencia.
