Recuerdo que en una clase de preparatoria, nos ponían como ejemplo un caso de una señora que había entrado a un farmacia y robó algunas medicinas, el profesor nos preguntó si era legal que la ley actuara para remitirla al Ministerio público, la respuesta fue: “Este tipo de acciones no constituyen un delito cuando está de por medio la vida de una persona, el Derecho protege y tiene como máxima la vida por encima de todo”.
En México como en muchos países, esta figura se le llama comúnmente “robo menor”, no está penado, pero algunos lugares si han aplicado mano dura cuando se roban pequeños artículos sobre todo en los supermercados y que no tienen nada que ver con comida o medicinas.
Sin embargo en Italia, el Tribunal de apelaciones resolvió que las personas con hambre que roben pequeñas cantidades no están cometiendo algún delito. (De esta forma se ayudó al caso de un indigente ucraniano que robó queso en la ciudad de Génova y había sido condenado a 6 meses de cárcel y una multa).
DATO
Muchos retailers y cadenas son duras a la hora de poner una denuncia contra este tipo de robo, y es que se estima que por día se pierden 548 millones de dólares, una cifra nada menor si se trata de que estamos hablando de todas la marcas y empresas del mundo.