El Retail Design es el arma más mortífera, pero también más sutil, que tienen las tiendas minoristas para traducir las visitas a sus puntos de venta en ganancias.
Por supuesto, no se trata solo de hacer que una tienda sea estéticamente agradable, sino de ciertos detalles que apelarán al comprador.
Asimismo y contrario a lo que podría parecer, estas ideas no requieren de demasiados recursos.
Iluminación
La luz es de suma importancia para destacar los productos disponibles en el punto de venta. Esto es importante porque cualquier lugar de la tienda que no esté bien iluminado se perderá y el consumidor no le prestará la atención que nosotros queremos. Asimismo, es útil jugar con diferentes tipos de colores para iluminar zonas determinadas.
Autenticidad
Muchos consumidores buscan que la experiencia de ir a una tienda sea especial. ¿Y por qué no habrían de querer eso si podrían comprar desde la comodidad de su casa? Es por esta razón que los puntos de venta deben crear una identidad basada en decoraciones, colores y figuras que la distingan de sus competidores, además de incluso activaciones.
Verticalidad
Mostrar los productos en estantes verticales es una manera efectiva de ampliar el espacio o, en caso de no contar con él, dar la apariencia de que lo hay. Esta distribución es atractiva para los clientes que buscan la sensación de que tienen muchas opciones de compra.
Un muro fuerte
Pintar una de las paredes de la tienda de un color fuerte o que destaque dentro del local ayudará a verse más grande. Es importante recordar que el espacio y la profundidad son aspectos que atraen a los clientes.
La tienda es un segundo hogar
Más que un consejo de diseño, se trata de la idea subyacente que soporta a todo el concepto de diseño en Retail. La tienda debe sentirse como un segundo hogar para el consumidor, un lugar en el que se sienta seguro y en confianza, lo que sin duda facilitará su decisión de compra.