Después de décadas de trabajar de manera conjunta, la Unión Europea como la conocemos llega a su fin, puesto que, hace un par de años los habitantes de Reino Unido han decidido que la nación se separe del bloque. Para decidir el modo en el que dejaría la agrupación se han realizado charlas diplomáticas entre Londres, encabezadas por Theresa May, y Bruselas, quien representa a la organización. Sin embargo, ha sido un proceso más complicado de lo que las partes pensaron, principalmente porque los ingleses no han llegado a un acuerdo al respecto, mientras la fecha límite para generar un pacto se termina.
Con el tiempo encima, el parlamento inglés ha decidido un aplazamiento para para que Reino Unido y la Unión Europea lleguen a un acuerdo, cuya fecha límite era el próximo 29 de marzo (casi exactamente un mes).
Por su parte, la Unión Europea, representada por Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Angela Merkel, canciller alemana, comentaron que sin los ingleses necesitan más tiempo para que puedan tomar sus decisiones, están dispuestos a otorgar el tiempo necesario, siempre y cuando esto esté justificado, pero que bajo ninguna circunstancia ofrecerán una prórroga si si no hay una visión clara de lo que se quiere lograr, de acuerdo con datos de El País.
Aunque ambos dignatarios mantuvieron una misma posición sobre el aplazamiento del brexit, Macrón fue considerablemente más estricto: “Cómo ha dicho nuestro negociador, Michel Barnier, no necesitamos más tiempo, necesitamos decisiones”. Por su parte, Merkel no ha sido tan radical, pero mantuvo su posición y mencionó que será necesario aspirar a una salida ordenada.
Todo parece apuntar a que Reino Unido podría dejar la Unión Europea en lo que se conoce como un brexit duro. ¿Qué implica esto? El país abandona el bloque, pero lo hace sin tener ningún acuerdo de por medio.