Un par de días atrás mi socio de la agencia Oscar Asero, se topó con una publicación en redes sociales, en donde se presentaba un concurso gastronómico bajo el amparo de Bimbo, en el cual se invitaba a los participantes a elaborar un mollete con los ingredientes de su agrado, dándole un nombre del platillo e invitando a postear una foto para participar.
El concurso #NocheDeMolletes se basó en desarrollar posicionamiento para el Pan Artesano Bimbo, por medio de la interacción con internautas de Facebook, los premios consistían en tarjetas de 300 pesos de Netflix, además de incluir 8 los molletes ganadores a las recetas de la marca. Como usted puede apreciar, la inversión es pequeña comparada con el impacto y alcances, por lo que la dinámica nos invita a reflexionar sobre las estrategias de social media que se realizan en las empresas.
Los puntos de análisis además de la inversión tocan aristas como:
- La interacción bien estructurada siempre genera posicionamiento.
- El consumo debe ser un elemento fundamental en el diálogo que las marcas entablan con sus consumidores.
- Los premios por modestos que sean, deben de estar ligados a deseos que las audiencias tomen como positivos.
- Las dinámicas deben de ser claras y precisas para que puedan realizarse de forma efectiva.
- Los involucrados deben sentirse atendidos, es decir, tomados en cuenta.
Bimbo es una marca que se incluye en el consumo básico de las personas, por lo que algunas de sus encomiendas se sustentan en ampliar la cantidad de productos o presentaciones de los mismos, que son adquiridos y consumidos.
Es importante resaltar el buen manejo de las redes, pues un número considerable de los participantes subieron presentaciones de platillos con bolillos en lugar de con el producto en cuestión, por lo que el incentivo de Bimbo sugería emplear el pan citado, apegarse a las bases e invitar a subir la foto (en aquellos que solamente subían la receta). Al cierre de la colaboración los datos son los siguientes: 7,671 likes, 627 compartidos y 911 comentarios.
Por otro lado, es también significativa la cantidad de personas que leen de manera exprés las indicaciones en las redes sociales, pues muchos de los participantes que no cumplían con los requerimientos era debido a la falta de comprensión de las bases. Para muestra la reducida cantidad de personas que ingresan al texto de las bases, los pocos likes y el quinteto comentarios. Por lo que aún existiendo sistemas de participación sencillos y claros, se debe apostar por reducir el mensaje sin dejar que este induzca a fallas u omisiones.
La moraleja se basa en la necesidad de apostarle a las campañas que vinculen la acción, la interacción y el reconocimiento, además de montarse en tendencias comprobadas como la gastronomía, los tutoriales y la gratificación.
Toca hacer una análisis posterior al cierre del concurso (pues culmina el 7 de agosto), en donde se midan los alcances finales, los puntos de aprendizaje y oportunidad, así como las diversas formas que los consumidores proponen fuera de la jugada establecida, pues en ocasiones, es ahí donde se encuentra el siguiente paso.