- La Organización de las Naciones Unidas ha catalogado a la industria de la moda como la segunda más contaminante del planeta y México juega un papel importante dentro de esta problemática.
- Según datos de Statista, en 2021 los consumidores adquirieron 3.19 mil millones de prendas y se espera que esta cifra vaya en aumento alcanzando los 3.55 mil millones de unidades en 2025.
Se ha registrado un considerable incremento en la producción textil y en las importaciones de productos textiles y confeccionados respecto a 2020, que de acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria Textil tienen como principal origen China, Estados Unidos y Vietnam. En contraste, el reCommerce es la venta de productos de propiedad anterior, nuevos o usados, a través de canales de distribución físicos o en línea a compradores que los reparan, si es necesario, luego los reutilizan, reciclan o revenden.
En este contexto, Ecolana, convocó a Ana Isabel Orvañanos, Country Manager de GoTrendier México, y a Arantxa Vilchis, Consultora y Analista de Fashion Revolution, a participar en el webinar Ecolana Talks: fast fashion vs segunda mano para discutir la importancia de impulsar la transición hacia una industria sustentable mediante la implementación de tres nuevas R’s que buscan impactar tanto la responsabilidad del consumidor como la de las grandes empresas de la moda rápida.
Rechazar
El consumidor tiene el poder de rechazar a aquellas marcas que no estén comprometidas con el cuidado del medio ambiente y con su impacto social, pues no es novedad que varios gigantes del fast fashion han sido acusados de no proveer condiciones laborales dignas en el área de manufactura. “Cuando compramos la prenda de una empresa estamos validando sus prácticas” , mencionó la Country Manager de GoTrendier al hablar de la necesidad de exigir transparencia en las operaciones y cadena de suministro de las mismas.
Por su parte, Vilchis dijo que “en Fashion Revolution creemos que la trazabilidad hace la diferencia”. Saber de dónde provienen las prendas que compramos nos ayudará a ser más responsables con nuestras decisiones de consumo. Es por esto que la organización publica el Fashion Transparency Index, una evaluación anual sobre la honestidad son las marcas más relevantes del retail de moda en cuanto a derechos humanos y políticas ambientales se refiere.
“El fast fashion nos ha hecho creer que necesitamos actualizar nuestro clóset cada semana”, añadió Orvañanos. Tomemos en cuenta que el éxito de este modelo se basa en la imposición de tendencias fugaces y su capacidad de ofertar precios bajos, a lo que la ponente explica: “¿Cuál es el precio real que se está pagando por esa prenda? Puedes estar pagando un precio bajo pero, ¿cuál es el precio para el planeta?”.
Reparar
“Lo más sostenible es lo que ya existe, repararlo, darle una segunda vida y termínartelo“, explica Arantxa sobre la tendencia del reCommerce. Si bien algunas empresas han implementado medidas en pro del medio ambiente como el uso de fibras naturales o la adopción de nuevas tecnologías que permiten disminuir el consumo de agua en la producción de las prendas, lo mejor es aprovechar el ciclo de vida de las piezas que ya están en circulación.
Sobre cómo las grandes empresas pueden sumarse al movimiento de la moda sustentable, la consultora de Fashion Revolution apuntó que dejar de producir en masa es un punto clave para controlar la contaminación generada por la industria. Para lograr esto, es necesario enfocarse en la usabilidad de las prendas. Hoy en día los consumidores son más exigentes con las marcas sobre la calidad.
Reciclar
El reporte A New Textiles Economy: Redesigning Fashion ‘s Future estima que más de la mitad de la producción de la moda rápida se desecha en menos de un año. Por esto, la moda sustentable busca impulsar modelos como el de reCommerce, que permiten darle una segunda o tercera oportunidad a aquellas prendas que no han completado su ciclo de vida útil. Así, plataformas como GoTrendier juegan un papel de gran importancia al utilizar la tecnología para facilitar el acceso a esta nueva forma de consumo responsable.
Finalmente, cuando una prenda agota su utilidad para el usuario, buscar que los materiales sean aprovechados una vez más a través del reciclaje permite la creación de una economía circular mediante la participación de los consumidores y los productores. Arantxa Vilchis define la moda sostenible como ambientalmente responsable, socialmente comprometida y económicamente redituable.
Se espera que en un futuro la industria de la moda responda a estos parámetros disminuyendo su producción y consumo, implementando procesos que prioricen el cuidado de los recursos, respaldando la dignidad humana y garantizando la usabilidad a largo plazo de sus productos. “En GoTrendier decimos que la moda será circular o sustentable, pues sí no hacemos un cambio no quedará planeta que salvar”, concreta Ana Isabel Orvañanos, “se ve que empezamos a cambiar de rumbo. Es trabajo de los consumidores, las empresas, las startups de segunda mano. Ya estamos encaminados pero nos falta acelerar el paso”.
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