El marketing cuenta con una gran variedad de herramientas diseñadas con la finalidad de transmitir un mensaje de marca a un target determinado, para que esto conduzca a una transacción. Hay algunas técnicas que, ya sea por la creatividad que se usó para su creación o por su alta carga visual, resultan bastante llamativas para la gente en general. Un ejemplo de esto es el OOH, entre los que se podría ubicar la publicidad de tránsito, que es toda aquella que se coloca en medios de transporte como taxis, el metro o camiones. ¿Qué hay que tomar en cuenta al momento de trabajar con ella? En las siguientes líneas hablaremos al respecto.
En movimiento o estática
Como se ha mencionado, la publicidad de tránsito puede ir en un camión, en un taxi o en un tren del metro. No obstante, hay una diferencia sustancial si el mensaje se pone al exterior del transporte en cuestión o en su interior. En el primer caso, la información tendrá que se muy sintética y clara para su lectura rápida (puesto que el móvil estará en movimiento); en el segundo caso se puede trabajar en un contenido mucho más detallado, puesto que es probable que la gente pase un tiempo al interior del auto o el tren y pueda leerlo con detenimiento.
Menos es más
Hay una regla básica en el diseño que no se puede perder de vista cuando se crean los materiales para la publicidad de tránsito: entre menos componentes haya, será mejor. Habrá que concentrarse en transmitir un mensaje concreto de marca con la publicidad que se ofrece.
La colocación es muy importante
Más allá de lo estético que se pueda ver un material bien puesto, hay que mencionar que, si no se considera el espacio en el que se pondrá y los dobleces que pueda tener, el mensaje de marca que se quiera dar se puede distorsionar, a veces de manera cómica y otras de maneras inconvenientes.