Es inevitable que incluso fuera del trabajo hablemos de lo que nos pasa en él, ya sea porque estamos orgullosos de nuestro desempeño o por situaciones o compañeros que nos exacerban.
Pero comúnmente las personas tenemos puntos en común sobre aspectos que nos molestan o incomodan en el jale, independientemente del giro en el que nos desenvolvemos e incluso de nuestra profesión:
- Conflictos con la autoridad
- Falta de visión para resolver problemas
- Problemas en la comunicación (oral y escrita)
¿Se puede hacer al respecto para revertir la incomodidad? ¡Por supuesto!, veamos tres recomendaciones que nos harán la carga más ligera:
Recomendaciones
1. Aprende a dar el avión.
Quizá tu jefe es una persona cerrada o incluso prepotente; podría ser que tú tengas más conocimientos que él, aunque es rara la ocasión en la que te escuche, pida tu opinión o lleguen a un acuerdo.
¡Ni le busques! La comunicación no es funcional cuando una de las partes no pone de sí. Aprende a darle el avión de forma sutil cuando no estés de acuerdo con algo. Haz lo que él te diga, ni menos, ni más; hazlo como él te diga, no te salgas de ese molde… lo que estás haciendo es poner la responsabilidad total en sus manos. ¿Sucedió algo malo? Tú
¿Qué sentido tiene engancharte, desgastarte, pasar corajes o desquitarte con personas que ni vela tienen en el entierro? Haz que la responsabilidad caiga en el jefe, aunque esto no significa de ninguna manera que hagas sabotaje o porquerías en tu trabajo. Estamos hablando aventar el paquete a otra persona de forma sutil; si eres malhecho quien se meterá en problemas serás tú.
2. Busca la creatividad
Lo sistemático puede ser un asesino para resolver conflictos. No es malo tener manuales para consultar cómo se le dio respuesta a un inconveniente parecido al que te enfrentas; sin embargo, al coartar el ingenio se limitan las posibilidades para encontrar salida a los enigmas.
¿Cómo sabrás si lo que imaginas es la respuesta correcta? Al hacerlo, a prueba y error. Tus conocimientos y experiencias previas te ayudarán a que tu idea sea factible de ejecutar y no quede sólo en ideas incoherentes.
¿Te preocupa quedar en ridículo? ¡Bah! A poco crees que los automóviles, los celulares o los grandes platillos culinarios quedaron a la primera que los imaginaron y ejecutaron. ¡Por supuesto que no! Pasaron días, semanas e incluso años para perfeccionarlos. Un conflicto se puede resolver de diversas formas, raro es aquel que sólo tenga una respuesta.
3. Clases de español
¿A caso crees que es un chiste de mal gusto el hecho de capacitarte en comunicación? Pues no… Pocas son las personas que saben transmitir un mensaje de manera que su idea haya quedado clara, sin lugar a la ambigüedad.
Este sin duda es un mal que afecta desde empresas pequeñas hasta los grandes corporativos. Mensajes escritos o hablados con ideas que no quedan claras, instrucciones confusas e incluso podrá sonar exagerado; sin embargo, el hecho de no usar signos de puntuación de forma adecuada puede modificar el significado original de un mensaje.
Dominando el arte de la comunicación te ahorras problemas sencillos como malos entendidos sin trascendencia hasta confusiones y errores que pueden provocar trabajar doble o pérdidas de tiempo o monetarias.
¿Cómo puedes aprender a mejorar tu comunicación? Leyendo, buscando el significado de palabras que no entiendes, usando sinónimos, tomando cursos de comunicación efectiva y liderazgo. No es de enchílame otra. En algunas empresas las personas que están en la alta gerencia son capacitadas en estos temas ya que son la columna vertebral para la eficiencia.
Conclusión
Tú dirás… “¡uy!, grandes recomendaciones” y yo te responderé que no se trata de la recomendaciones per se, no descubrí el hilo negro. En el trasfondo la recomendación principal es el cambio de tu actitud, ese sí es un verdadero reto para que veas.
Una persona inteligente es aquella que sabe adaptarse a los contextos o personas con las que tiene que convivir. El amoldarse a los entornos evitará que hagas corajes o te la pases molesto por cosas que muchas veces ni valen la pena.
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