Ciudad de México.- El 60% de los consumidores mexicanos pertenecen a un nivel socioeconómico bajo cuyos ingresos per capita mensuales son de 3 mil 300 pesos aproximadamente. A pesar del débil poder adquisitivo suponen un mercado muy importante dada la población que representan.
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Este segmento de consumo es el más grande del país. Al año generan 128 millones de dólares y son el motor de la economía nacional. Conocer sus hábitos de consumo resulta fundamental para que las marcas desarrollen estrategias adecuadas en el impacto de estos grupos poblacionales.
A continuación ocho hábitos presentes en esta parte del mercado mexicano:
1.- Acuden al supermercado en fin de semana y lo hacen en familia. Consideran a las compras como un viaje familiar y disfrutan de esta actividad.
2.- Su sentimiento de felicidad está muy relacionado con la diversión, específicamente con las fiestas familiares y los deportes. Con regularidad algunos miembros de la familia juegan futbol, acuden al estadio y disfrutan de los partidos por televisión.
3.- Son personas muy religiosas y están dispuestas a gastar de más durante las fiestas de santos y ritos eclesiásticos como la Primera Comunión o el Bautizo.
4.- A pesar de que muchas familias no cuentan con refrigerador o baño completo, gran parte invierte en electrónica, sobre todo en pantallas de alta definición y sistemas de audio y video.
5.- Algunas familias tienen un auto propio, pero la mayoría es un vehículo de más de 15 años de antigüedad. El carro resuelve algunas necesidades, pero también se convierte en un generador de gastos, sobre todo en gasolina y composturas.
6.- Compran muchas marcas propias o marcas blancas. En caso de comprar productos premium lo hacen en las presentaciones más pequeñas, sobre todo en categorías como cuidado personal.
7.- Las mujeres tienen pocas posibilidades de continuar sus estudios más allá de la secundaria. La mayoría asume roles de madre a muy temprana edad (14 años) ya sea con hijos propios o con hermanos menores.
8.- Las madres son el punto central de administración de compras y gastos, así que en ellas debe recaer parte importante de la comunicación por parte de las marcas.
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