Generalmente cuando vas a constituir una empresa, en los procesos de capacitación siempre sacan a relucir todos los casos exitosos que han con llevado a que empresas de talla mundial tengan triunfo, se estabilicen y continúen su proceso de expansión; no hay microempresa que no sueñe con crecer, siempre queremos continuar con camino al ascenso.
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De tal modo, que es normal aprender el éxito, así debe ser, conocer y aprender como la hicieron los grandes para replicar los mismos modelos pero a baja escala, tomando consejos tan simples que le proporcionan vida al negocio, generan una cercanía constante con el consumidor.
Puesto que, culturalmente se nos ha enseñado a vivir del fracaso, pero aprender de él es tan difícil, cuando no se sabe cómo alcanzar el éxito, por tanto y con toda seguridad vas a volver a fracasar. Sin embargo la empresa es un motor económico que no se puede dejar morir, no sólo por las utilidades, sino por la responsabilidad con la sociedad que impacta.
Aquí cómo quebrar una empresa en tres pasos, modelos para replicar y poner en práctica:
- Aprende a matar: una negocio que no genera utilidades está agonizando, hay que matarlo porque si no lo sabes matar en el momento y tiempo correcto arrastrara contigo hasta que pierdas los calzones; es necesario reflexionar sobre nuestras acciones administrativas, para determinar si en realidad el negocio o empresa no está generando utilidades o esté es mal administrado y las ganancias se gastan en restaurantes, viajes familiares y colegios de los hijos del dueño; si en tu caso sucede lo primero mata la empresa, si te sucede lo segundo “matate” a ti mismo y vuelve a empezar.
- Conviértete en espía: hay que aprender a ser un espía, a investigar desde la observación, para así lograr segmentar e identificar las tipologías de cliente que compran mi producto de acuerdo a su comportamiento; si yo soy un buen espía sabré orientar cada venta de acuerdo al cliente, a lo que espera y valora; sabiendo siempre que detrás de cada compra hay un por qué, que es lo que motiva y promueve el hecho de comprar.
- Nunca dejes de soñar: sin pasión no hay razón de ser, si tu empresa o negocio no te emociona, déjala ir, véndela y dedícate a hacer lo que te gusta, lo que te hace feliz, así nunca dejarás de soñar y vivirás renovado, con ideas nuevas para aplicar en donde estés.