Por medio de promociones es que las marcas pueden impulsar las ventas. Es por ello que tales dinámicas se consideran infalibles y exitosas. Sin embargo, hay algunos requisitos para conseguir los resultados esperados.
Uno de los medios para hacer que los clientes se interesen en los productos de la marca es la promoción. Las promociones deben de seguir cirtas bases para ser efectivas.
Bases para lanzar promociones
Muchos clientes se niegan a ver la promoción como una verdadera oportunidad de ganancia. Así, las marcas deben hacer su labor para comprobar que están buscando dar beneficios por los consumos o compras.
En condiciones normales, es como las promociones deben de valorarse. La idea de aprovechar una oportunidad única tiene que ser una propuesta atractiva e inigualable.
Al difundir que una marca está por lanzar una promoción, el tránsito hacia puntos de venta debe de aumentar. La afluencia es de cazadores de ofertas, expertos en aprovechar este tipo de situaciones, clientes ocasionales y asiduos que son atridos por la comunicación efectiva.
La manera de evitar la desconfianza del consumidor está en las manos de las marcas:
- Evitar falsas expectativas en los clientes. Trabajar en evidenciar la promoción como una ventaja real en relación con las condiciones normales de venta.
- El precio de promoción se respeta. El cliente debe estar seguro de que los precios no ha sido manipulados. Hay que respetar el descuento respecto del valor de referencia.
- Reafirmar la percepción del cliente. Hay que trabajar en que el cliente siempre considere una oportunidad dentro de una situación subjetiva, relacionada con los precios de referencia que cada uno tenga incorporados.
- Comparar el precio original. Una táctica que implementan muchas marcas para acreditar la credibilidad y que fomenta el uso de pruebas para respaldar lo ofrecido.
Las malas experiencias como compradores van mermando la confianza en las promociones. Por ello, las marcas tienen que ser fieles a su palabra para conservar la preferencia de los clientes.
