Uno de los espacios más importantes con los que cuenta un punto de venta es un escaparate. Este espacio ayuda a que los clientes potenciales que caminan por la calle conozcan el contenido del retailer, así como los precios a los que ofrece un producto determinado. Para montar este espacio, hay que tomar en cuenta en cuenta una importante serie de especificaciones, sobre las cuales platicaremos en las siguientes líneas.
El contexto en el que se va a montar un escaparate es de vital importancia. Es totalmente necesario crear una propuesta que vaya acorde no sólo a la temporada, sino que también debe estar en función de los días festivos de la localidad donde está el punto de venta. Por supuesto, el clima también es uno de los elementos que hay que tomar en cuenta.
Si bien, la parte contextual es fundamental al momento de querer montar un escaparate, lo cierto es que la pieza clave de cualquier espacio de este tipo son los artículos que se exhibirán: en el caso de un retailer de ropa, habrá que conocer bien las colecciones con las que se trabajan, para seleccionar los artículos más destacados e integrarlos en una propuesta.
Es fundamental considerar las dimensiones del espacio donde se montarán las piezas. Esto nos ayudará a seleccionar el número de elementos que exhibiremos, así la exposición que le daremos a cada uno de los objetos. Incluso hay que tomar el sentido en el que circulan los transeúntes, para saber de qué modo poner los productos en este lugar.
Otro factor que hay que considerar previamente al montaje será la iluminación. El motivo principal es que este elemento nos ayudará a destacar las piezas que consideremos más importantes.
Finalmente, pero no menos relevante, es saber de qué modo colocaremos las piezas de los productos que se van a exhibir en el escaparate.