A fin de cuentas, el servicio de traslado fue altamente demandado ese día y de ahí que las fluctuaciones entre el costo normal y el de ese día hayan estado tan distantes. Generalmente este tipo de situaciones se pueden presentar en los servicios cuando la demanda es alta. Como quien dice, los proveedores de servicios “hacen su agosto”.
Es por esta misma razón que en el sector de turismo existen las temporadas altas y bajas. Pero cuando trasladamos este mismo ejemplo a los productos y especialmente en temporada, como por ejemplo los juguetes que cuando más se venden es para Navidad, Reyes y Día del Niño, algunos comerciantes aplican la misma estrategia: suben el precio para poder ganar más con algo que de todas maneras se va a vender.
Por ejemplo, si para el Día de las Madres se te ocurre comprar unas flores, seguramente terminarás pagando mínimo el doble de su costo normal sino es que hasta más. Un abuso, ¿no les parece? Lo mismo pasa con Navidad y los juguetes: los “mejor vendidos” seguramente estarán con un precio especial… porque de todas maneras los papás haremos hasta lo imposible por conseguir el juguete tan deseado.
Concluyendo, lo que es cierto hoy en día es que cada persona cuida más su dinero y está ávida de ahorros y buenas ofertas por lo que los detallistas y los proveedores deben evitar caer en cuestiones de abuso en precios para que después no estén pidiendo disculpas y reintegrando el costo de los productos para recuperar nuevamente la confianza de los clientes. Debemos tener siempre en mente que el cliente es primero y que todo lo que hacemos debe ser en su beneficio.