Transformación Digital es uno de esos temas que están de moda y, como buen tema de moda, se rodea de mitos y leyendas, opiniones poco educadas y opiniones poco reflexionadas, que cuando un tema está de moda, nos sentimos invitados a hacer. Si bien estar de moda ayuda a que haya más conversación y que los temas se desarrollen más, también genera espacios que nos pueden afectar donde nos podemos ir “con la finta” de algo que no va a generar lo que podríamos esperar.
Entonces, si bien no estoy buscando dejarles con una definición cerrada, clara, completa y autocontenida de que es la Transformación Digital, lo que me gustaría hoy es dejarles unos puntos de lo que no es y que no se vayan con la finta tan fácil.
Transformación Digital no es abrir canales digitales (ya sea de comunicación o servicio) ni cerrar los que no son digitales. Eso simplemente es darle una cara distinta a tu producto; si lo único que hiciste fue cambiarte de aparador, no transformaste nada.
Transformación Digital no es lanzar campañas de “marketing digital”. Sin meterme en si dicho concepto nos hace sentido o no, y sin meterme en qué se podría considerar un canal digital o no. Tener campañas más inteligentes, que se mueven en un mundo intangible y pueden o no conectarse con lo que tradicionalmente hacías no te convierte en digital. Quizá en un vendedor más efectivo, quizá en una marca más visible o más relevante para su target. Pero el solo hecho de tener pautas digitales no te hace digital.
Transformación Digital no es tener la plataforma tecnológica de moda para lo que sea que la uses. Renovar tu ERP, DMP, CDP, CRM o acrónimo que te guste por la que está de moda y todos están usando no te convierte en una empresa digitalmente madura. Te convierte en alguien que invierte en tecnología y que puede o no aprovechar esa inversión, pero no te transforma el cambiar una plataforma.
Transformación Digital no es tener un equipo lleno de gente joven (no “millenials”, por favor) cuya vida está más contenida en un smartphone que en su cabeza y que siempre tienen el dispositivo de moda. La gente es parte de la transformación, sí, pero no porque sean jóvenes y tech savy, hay más razones.
Una empresa madura digitalmente es una que tiene una forma de pensar digital, que ha elegido qué de los conceptos que se entienden dentro del paraguas de lo digital le aplican o le ayudan y los está integrando a sus procesos, a sus productos y a todas sus actividades. Para que una empresa madure digitalmente no siempre necesita hacer inversiones millonarias en tecnología (a veces sí, ojo) ni buscar a las cinco startup de moda y copiar la forma en que se aproximan a su consumidor. Digital es una forma de hacer las cosas, de entender tu consumidor, contexto y producto, y transformarse hacia eso requiere cambios en todos los niveles y aspectos de las organizaciones, que no se pagan con billetes.
¿Tu organización es digitalmente madura (o se considera)? ¿Están pasando por una transformación digital? ¿Qué significa digital para ti?