La Matriz BCG es una herramienta clave de análisis que sirve para identificar en qué empresas, retailers, unidades estratégicas de negocio o productos se debe invertir -o incluso dejar de hacerlo.
Para los que no están muy familiarizados con esta herramienta, las siglas BCG corresponden a las iniciales de la empresa que inventó dicho modelo, me refiero a la Boston Consulting Group.
Esta empresa se dedica a brindar servicios de asesoría gerencial y en 1970 lanzó este gráfico que ha sido utilizado no sólo en el plano corporativo sino también en el académico.
Como puede observarse, en la gráfica hay cuatro cuadrantes y un icono que por cada uno de ellos ayuda a comprender mejor la clasificación. En vertical la matriz se refiere al crecimiento de mercado, mientras que en horizontal a la cuota de mercado que abarca.
Los cuatro cuadrantes son los siguientes:
Estrella: Se refiere a las unidades de negocio con gran participación de mercado y fuerte crecimiento. La recomendación para las marcas que se encuentran en este cuadrante es que inviertan hasta que el mercado madure.
Incógnita: Aquí sí se necesita un replanteamiento estratégico. Implica un gran crecimiento de mercado y poca participación en éste. Las unidades de negocio que se sitúan aquí pueden desplazarse a “Estrella” o “Perro”.
Vaca: Aquí cohabitan las unidades de negocio con alta participación en el mercado y bajo crecimiento. Permiten conseguir los activos necesarios para poder generar nuevas empresas o marcas “Estrella”.
Perro: Integra las unidades de negocio con escasa participación en el mercado y sin crecimiento alguno. En vista de que su rentabilidad es totalmente dudosa, se recomienda dejar de invertir en ellas.