Todos los días surgen y se consumen marcas en parte porque la competencia se vuelve cada vez más fuerte y los mercadólogos y emprendedores deben enfrentar la complicada tarea de encontrar un diferenciador o valor agregado que haga destacar a su empresa en el mercado.
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Con frecuencia se mira a las grandes marcas, aquellas que parecen intocables. Se les usa como ejemplo e incluso se les estudia para obtener las claves del éxito. Sin embargo, la pregunta es ¿qué hacen las marcas exitosas, que con frecuencia son también las más amadas?
Una lovemark es una marca que logra crear un vínculo emocional con sus consumidores. No es sólo que la busquen por el producto o servicio que brinda, sino por el sentido de pertenencia que el consumidor siente por los valores de la marca y los comparte con ella.
Pero para conseguir este vínculo primero es necesario integrar los siguientes elementos:
Conocimiento de la audiencia. Las grandes firmas entienden muy bien qué es lo que quieren sus clientes en los diferentes mercados donde tienen presencia. El conocimiento del target guía la forma de comunicarse con él y proporciona una guía de los aspectos que debemos utilizar para generar emociones.
Competividad. Permanecer en un estado de mejora continua. La competencia debe ser al interior y exterior de la compañía. Ir un paso adelante de los rivales y del consumidor. Hay productos que el usuario no necesita hasta que lo pones en sus manos, después se vuelve indispensable.
Pasión. Ingrediente clave en todo emprendedor. Recuerda el trabajo de Steve Jobs para Apple. Pasaron décadas para que Apple saliera de las sombras formadas por Microsoft y ahora es la marca más amada del planeta. El trabajo arduo y el convencimiento propio sobre el éxito de una empresa son fundamentales.
Diferencia. Las diferencias con los demás nos vuelven personas únicas. Lo mismo pasa con las marcas. Aquellas que encuentran un sello propio que las identifica fácilmente del resto tienen mayores posibilidades de tener éxito. En ocasiones estos diferenciados ni siquiera tienen que ver con el producto, piensa en Coca-Cola y Pepsi, mucha gente no puede distinguir el sabor de una y de otra, la diferencia está en la comunicación de cada firma.
Sentimiento. Las grandes marcas tienen sentimientos como las personas. Son ententes vivos también. Se preocupan por aquello que nos mueve las entrañas y nos produce un “aaawww”. Nos recuerdan el valor de la vida, de la amistad, de la familia. Desarrollan campañas para cuidar a los animales, al ambiente y a los niños. Intentan ser los buenos de la historia.
Consistencia. La idea no es repetir y repetir y repetir el nombre de una marca. Esto no genera emociones, produce awareness, pero definitivamente no es algo que una gran marca haga. El objetivo es estar en los momentos y situaciones importantes para el target. Piensa en Heineken y sus acciones como patrocinador de la Champions League.
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