Es un dato muy conocido por buena parte de los mercadólogos que la mayoría de las decisiones de compra (arriba del 70 por ciento) se toman directamente en el punto de venta. Por lo tanto, este sitio es perfecto para que las marcas no solo busquen captar la atención del público meta, sino que también busquen inclinar su elección de compra a su favor. Para lograr esto, las firmas echan mano de distintas herramientas, entre las que destaca la promotoría. Sin embargo, ¿cómo es posible generar una estrategia exitosa en este ramo de la mercadotecnia? En las siguientes líneas veremos algunos de los puntos más importantes sobre este tema.
Para generar una estrategia efectiva de promotoría de una marca uno de los principales aspectos que debemos tomar en cuenta es el tipo de producto que estamos promocionando. No serán las mismas técnicas las que se usen para una firma de consumo masivo (en la que se puede generar un sampling) a una etiqueta de lujo (donde el muestreo no es rentable y se recurren a las activaciones).
También es fundamental tomar en cuenta las características del propio producto al hacerle una estrategia de promotoría. Hay artículos cuya principal propuesta de valor radica en sus cualidades, entonces habrá que encontrar la manera de que el público meta las conozca y las comprenda.
Por supuesto, al generar una campaña de promotoría es fundamental que las empresas también conozcan a su público meta: ¿Qué es lo que necesitan? ¿Qué les agrada? ¿Qué les llama la atención? Son algunas de las preguntas que tendrán que hacerse al momento de generar este tipo de campañas.
La medición de resultados y w importante, como en prácticamente cualquier de estrategia de marketing, debido a que nos permite conocer qué está funcionando y qué no, con la finalidad de tomar decisiones estratégicas de negocio que permitan optimizar las campañas que se realizan y para que el resultado sea más eficiente.