Ya no basta que un cliente compre un producto, sino que ahora las marcas buscan entablar un lazo duradero y fuerte con el shopper y el consumidor, con la finalidad de que puedan satisfacer sus necesidades. Ya sea que se haga por medio de una estrategia de contenidos, CRM, e-mailing o de cualquier otro tipo, muchas veces que, debido a distintos factores, la campaña de marketing relacional sale mal. ¿Cómo se puede evitar esto? Es necesario conocer estos elementos que pueden perjudicarla, para evitarlos.
Traicionar la confianza de los clientes es uno de los factores más importantes que pueden dañar una campaña de marketing relacional. Ya sea que se incumpla alguna promesa que se le haya hecho al consumidor o que el producto o la firma no cumpla con las características que dice que tiene, por poner algunos ejemplos, son aspectos que pueden romper el lazo entre la marca y el shopper.
Mentirle al cliente es otro de los aspectos que pueden dañar una campaña de marketing relacional. ¿Por qué? Precisamente las mentiras pueden hacer que se pierda la confianza que el consumidor tiene para con la firma, lo cual irremediablemente deriva en un perjuicio para la estrategia que se está trabajando y para el lazo que se ha formado con las personas.
La falla en el funcionamiento de las herramientas tecnológicas usadas en una campaña de marketing como un sistema de CRM o de e-mailing pueden también perjudicar una campaña de marketing relacional. El principal motivo es que o pueden transmitir mal e incompleta la información o simplemente no la emitirán.
No tomar en cuenta los intereses de los clientes es otro de los aspectos que pueden hacer que falle una estrategia de marketing relacional. Al no saberse qué es lo que quieren y necesitan, difícilmente se podrá generar una buena campaña.