El rostro del retail como lo conocíamos ha cambiado considerablemente en los últimos años. Debido en gran medida a que los clientes se han vuelto más activos y críticos, lo cual ha fomentado que el sector tenga que evolucionar. Los modelos clásicos y convencionales de tiendas se han transformado y flexibilizado, de tal modo que han dado paso a nuevos formatos. Uno de los que más destaca es el que se conoce como pop up store. ¿Qué es y en qué consiste? Precisamente en las siguientes líneas hablaremos un poco más al respecto.
La pop up store (también conocida como pop up retail, temporary store o en español como tiendas efímeras o comercialización flash) puede definirse como un punto de venta temporal, cuya ubicación es elegida regularmente de modo estratégico para que genere un impacto no sólo en la mente del consumidor, sino también para que se incrementen sus ventas.
Dependiendo de dónde se coloque, puede formar parte de alguno de los canales del below the line: si es puesto en vía pública, puede ser considerado como un elemento dentro del street marketing; si está en algún evento, puede ser parte del event marketing.
Independientemente del lugar donde se coloque, una pop up store forma parte del marketing experiencial, puesto que tienen como finalidad (además de vender), en generar una experiencia agradable en el consumidor y en el shopper, la cual busque también ser memorable.
Una pop up store requiere una inversión considerablemente menos costosa que la de montar un punto de venta fijo, por lo que el retorno de inversión es considerable. Cabe destacar que debido a la alta dosis de creatividad que requiere para su realización, este tipo de tiendas suelen ser muy llamativas para el público, por lo que pueden ser también medios para promocionar la marca para la que fueron hechos.