La activación es una acción a la que cada día recurren más empresas debido al impacto que tiene en el público. Sin embargo, a pesar de ser cada día más común, aún hay muchas dudas acerca de ella, especialmente en qué consiste y cuántos tipos hay. En las siguientes líneas te daremos algunos puntos clave para poder comprenderla.
Una activación es una acción BTL que se realiza posteriormente a la etapa de planeación elaborada por parte del equipo de marketing encargado de cierta empresa, cuya finalidad dependerá de los objetivos que tengan en un momento en específico, con la cual se busca una interacción directa con el público.
Existen dos tipos de activaciones: de marca y aquella en la que se busca una respuesta por parte del público, o sea, una determinada acción. La primera sirve para que una marca se quede en la mente del público y que incluso genere fidelidad, por medio de la experiencia con aquello que busca venderse. Con la segunda se pretender que la gente realice algo en particular, como ofrecer unirse a una base de datos o incluso comprar el producto en cuestión.
Debido a la saturación provocada por la publicidad convencional, la activación surge como una opción para captar la atención del público, fidelizarlo e incluso convencerlo de que compre un artículo determinado.
Un ejemplo de una activación fue cuando se realizó el estreno del remake de Eso. En algunos cines se colocaron en los asientos globos rojos como los que utilizaba el antagonista de la película para que el público pudiera tener el suyo. Incluso hubo actores vestidos como el payaso de la cinta, para hacer más intensa la experiencia. Esto podemos interpretarlo como un esfuerzo por parte de ciertos complejos cinematográficos para que vivieran en carne propia la experiencia del cine y recordará donde la vivió.
