Uno de los pilares de los canales retail es la Promotoría, ya que es por estrategias de promotoría que los shoppers tienen acceso visual a cada uno de los productos que están en el anaquel. Aunque también puede darse el caso contrario, es decir, que cuando un promotor no hace “su chamba”, puede que el producto pase desapercibido a los ojos del consumidor.
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Dentro de las estrategias de Promotoría tiene lugar el famoso Planograma. Se trata de una herramienta imprescindible en el punto de venta porque, siendo una representación gráfica, indica dónde y cómo se colocarán los productos en el anaquel.
El planograma permite gestionar los espacios dentro de las tiendas, esto incluye el lugar, el tamaño, la forma, el color, tipo de embalaje, rotación y atractivo de cada artículo, y de cada marca.
En tal sentido, el planograma es fundamental en el mundo del retail porque no sólo muestra dónde va cierto producto sino que debe responder a las necesidades de exposición de un artículo para que el shopper desee llevarlo consígo.
Como tal, el planograma es una potente vía de comunicación entre una marca y el shopper, pero también es un arma que tienen los jefes de piso en las tiendas, y sobre todo en México.
De acuerdo con especialistas insertos en la Promotoría, en México los espacios en el anaquel son muy escasos y por ende caros.
Por un lado quien tiene el control de los anaqueles es el jefe de piso de cada área y por el otro, las marcas grandes son las que poco a poco han ido acaparando los espacios. Hoy día, tener un hueco en el planograma y en el anaquel es un reto para las marcas (sobre todo para las que tienen poca participación en el mercado). Es por ello que el panorama bien puede verse como un bien preciado por muchos.
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