Toda empresa tiene la intención de ofrecer lo mejor a sus clientes, pero muchas veces la ejecución de un servicio de calidad o la venta de productos premium no puede verse reflejado en la satisfacción del cliente. Para saber cuál es el caso de nuestra firma, se puede implementar una técnica de mercado conocida como “Mystery Shopper”.
El servicio de los mystery shopper se trata de una visita de un “comprandor de incógnito”. Y es “misterioso” o “incógnito” porque llega a un punto de venta con intenciones más complejas que la de adquirir algún producto o servicio.
¿Qué hace un Mystery Shopper?
Dicha estrategia se contempla como una de las modalidades de Marketing Directo. La intención primordial de un Mystery Shopper es calificar la calidad que se ofrece realmente al cliente desde el inicio de la compra hasta el último momento en que una marca interactúa con él.
Pero éste no es el objetivo central de tal estrategia, sino que la empresa demuestra una preocupación real por los servicios y productos que está poniendo en el mercado.
Ya como plus, un servicio de mystery shopper permite realizar un estudio de mercado de la compañía que requiere este servicio. Los análisis y estadísticas que resultan de esta vista incógnita pueden ser también cuantitativos pues se pone en evidencia el porcentaje de productos o servicios que se están promoviendo desde el punto de venta.
El impacto de puertas adentro también se puede mejorar, al menos en el tiempo que se planea una visita del cliente de incógnito. Esto se da porque en la dinámica del mystery shopper se debe poner sobre aviso al personal, con lo cual, por su parte, procurará no fallar y se va a esmerar en hacer lo mejor posible su labor.
Así, las características cualitativas y cuantitativas por las que apuesta una empresa podrán reencausarse o reafirmarse después de darle acceso a un Mystery Shopper a nuestro punto de venta.