Contrario a lo que muchas personas piensan, cada elemento en un punto de venta tienen su razón en un intrincado plan cuya finalidad se divide en dos: satisfacer las necesidades de los clientes e incrementar el volumen de ventas. Si bien, nada impide que un retailer comercialice un sólo tipo de producto de una marca, lo cierto es que, las tiendas, sean de la categoría que fueren, tengan distintos artículos, a lo cual se le conoce como surtido. ¿Cómo se define este término tan importante tanto para el retail como para el marketing BTL? Sobre esto te hablamos en las siguientes líneas.
El surtido, un asunto de variedad y no de cantidad
Si bien, ICI Merchandising explica que el surtido es el conjunto de productos que vemos al entrar en un punto de venta, lo cierto es que esta definición resulta insuficiente para delimitar de modo más concreto lo que se entiende con esta palabra. Institute Data Key parte de este mismo punto pero aclara que la variedad de artículos que tiene un local y la cantidad de estos.
Infocif explica que el surtido debe contar principalmente con tres características: debe contar con varias familias de productos (amplitud), en el mismo sitio debe haber artículos complementarios (coherencia) y finalmente la cantidad per se de bienes que hay en cada familia de productos (profundidad).
Por ejemplo, cuando uno va a un supermercado y transita por los distintos pasillos podremos notar que los productos están organizados por apartados que toman en cuenta la homogeneidad de las características y la complementariedad entre ellos (a lo que se le conoce como departamento). Al entrar, por ejemplo, en alimentos, podremos ver como esta área está a su vez dividida en otra más pequeña con características más específicas (secciones).
Aunque se lleva a cabo en una escala menor, esto mismo pasa en las tiendas de abarrotes, las cuales representan al rededor del el 90% de los puntos de venta que existen en México, de acuerdo con datos de Fortuna.