Una de la frases más famosas del poeta Ovidio es “mutatis mutandis”, la cual se debe comprender cómo que es necesario cambiar aquello que deba ser modificado. Este principio no sólo es fundamental en el día a día de las personas, sino también por empresas como las marcas y las agencias. Una de las peores cosas que se pueden realizar es precisamente quedarse estancado en un solo lugar, haciendo caso omiso de que el consumidor y el mercado están en constante evolución. Pero, ¿cómo se puede innovar para no caer en este detalle? En las siguientes líneas abordamos loS puntos más importantes sobre este tema.
Uno de los principales retos que se deben tomar en cuenta al innovar en un negocio es saber qué es lo qué se debe cambiar y qué es lo que debemos mantener. La respuesta a esto es relativamente sencilla: si algo está funcionando bien, entonces eso es lo que debe permanecer, si hay algo que simplemente no está conectando ni con la empresa ni con el consumidor, entonces habrá que hacer un cambio.
Dentro de las cosas que nos han funcionado, hay que identificar cuáles pueden optimizar. Hay algunos procesos que pueden simplificarse o pueden hacerse más rápidos, pero sin poner de por medio la calidad de los resultados. Por ejemplo, si se trabaja en atención al cliente, lo ideal es que el call center opere de manera constante, prácticamente 7/24. Sin embargo, para mejorar su funcionamiento de puede utilizar tecnología para usar contestadores automáticos que ayude a resolver problemas sencillos.
Es importante que las empresas estén viendo constantemente qué tal están haciendo otras empresas, cuáles son los aciertos que están teniendo y cómo se puede implementar para optimizar el funcionamiento de nuestra empresa, con tal de que su productividad se vea incrementada de manera considerable.
