Ya desde tiempos panistas, Vicente Fox decía que la captura de Joaquín Guzmán Loera era cuestión de tiempo: “Ahí lo traemos de cerquita”, afirmaba cada que tenía oportunidad. Pero la realidad es que el llamado Chapo nunca cayó en las redes del blanquiazul, tampoco del partido rojo. De hecho se convirtió en un personaje que escapó de 5 presidentes y ahora de dos prisiones.
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Hoy “El Chapo” Guzmán es un símbolo de branding, una muestra de liderazgo y un empresario que supo cómo hacer crecer sus negocios ilícitos y posicionar al Cártel de Sinaloa como un emporio sin igual, y no es adulación.
De acuerdo con fuentes de análisis político, el Cártel de Sinaloa fue capaz de mover dos toneladas de cocaína y 10 mil toneladas de marihuana, que equivale al 35% de toda la que existe en el mundo. Cifras nada comparables con las empresas de mensajería que operan en la esfera global o incluso con las empresas como Bimbo que tienen una fuerte presencia en diferentes países del orbe.
Si algo caracteriza al Chapo no es sólo su aparente habilidad para operar bajo tierra y moverse por túneles debajo hasta del Altiplano sino su gran estrategia de marketing lejana a lo que conocemos como acciones integrales, de guerrilla o punto de venta.
Su estrategia es sin duda actuar bajo tierra, lavar dinero, negociar aquí y allá mientras que los demás grupos violentos son la carnada perfecta para entretener a las autoridades. Ahí está el caso de La Familia Michoacana, (que por cierto nada tienen que ver con las famosas paleterías) o Los Zetas, agrupaciones perseguidas sobre todo por Felipe Calderón, quien a su vez basó su estrategia de Marketing Político en la supuesta “lucha contra el narcotráfico”, donde el Chapo no tenía cabida.
“El Chapo” era parte de las personas más poderosas del mundo, por encima de los presidentes de Francia y Venezuela, según el ranking de la revista Forbes.
Y por persona poderosa no sólo se entiende la cantidad de dinero que pueda tener, también el grado de intimidación y presencia, por ejemplo, “El Chapo” era y sigue siendo conocido por todos sin conocerlo directamente. Más hoy, que su segunda fuga de la cárcel lo colocó como tema de las conversaciones y mermó la reputación de un gobierno que en su momento se aduló de conseguir lo que los sucesores no pudieron o no quisieron.
Hoy día, de acuerdo con Nexos, alrededor de 500 mil mexicanos trabajan para alguna célula del crimen[: 25% más personas de las que emplea McDonald’s en todo el mundo y sobrepasando los empleadores más grandes del país: Walmart México, con 176 mil y Pemex con 145 mil.
