Por más avances que haya en las estrategias y campañas de marketing (como la utilización de influencers, las redes sociales o el big data), hay herramientas que surgieron desde la juventud de la mercadotecnia y que siguen siendo utilizadas con frecuencia por algunas marcas y retailers, debido a que en ellas encuentran un canal útil y eficiente para comunicarse, promocionarse y atraer clientes. Un caso muy claro de esto es la publicidad en bardas. Aunque el concepto es bastante transparente, es conveniente revisar su definición y algunas de sus principales características.
La publicidad en bardas puede considerarse como una subcategoría del OOH (o publicidad exterior), específicamente en el segmento outdoor, en la que se aprovechan los muros de distintos tipos de construcciones con la finalidad de brindar un mensaje de marca (por lo regular de comercio o de eventos) que se llevan a cabo en una cierta localidad, es decir, este tipo de materiales son colocados en la misma zona en la que se encuentra aquello a lo que se está haciendo promoción.
Aunque sigue los principios elementales del diseño, a diferencia de otras categorías del OOH, la publicidad en bardas tiene la peculiaridad de que por lo regular no sé utilizan imágenes, salvo que éstas sean sencillas y fáciles de reproducir de manera artesanal, como es el caso de los logotipos. Esto hace que tengan que recurrirse a elementos como el lettering para captar la atención de la gente por medio de la tipografía.
Hay dos aspectos importantes que se tienen que señalar respecto a este tipo de OOH: el primero es su bajo costo (lo cual puede llegar a generar un retorno de inversión rápido); lo segundo es que, al ser una acción de marketing muy segmentada a un espacio geográfico, su finalidad es más la de promocionar algo que incrementar el engagement o el brand awareness.