Las diferentes estrategias de marketing ha venido adquiriendo cada vez más herramientas de apoyo, una de las que adoptó mayor popularidad en este 2019, fue la inteligencia artificial; una innovación tecnológica de sumo valor que además de proyectar modernidad, facilita múltiples operaciones, además de representar un ahorro de costes. No obstante, la ex presidenta de LVMH para América del Norte, Pauline Brown; señala que la inteligencia estética es un recurso que también permite lograr el liderazgo ante la competencia.
Pero, ¿qué es inteligencia estética? El sitio de Harvard Business Review la define como la capacidad de activar los sentidos para crear y apreciar experiencias placenteras. Y aunque satisfacer los placeres de los consumidores ha adquirido una connotación mundana a través de los años, lo cierto es que es eso lo que ellos están buscando.
Al respecto, Pauline Brown señala que los puntos de venta de la industria restaurantera son un claro ejemplo de estrategias basadas en inteligencia estética. Pues si bien el producto central es la comida, considerando su sabor y presentación, también es importante que el lugar sea agradable, además de ser cómodo y de tener una decoración pensada para crear la relajación y para la plenitud que cualquier persona necesita mientras come.
Y aunque es sencillo comprender el concepto de inteligencia estética con este ejemplo, es preciso preguntarse cómo funciona esta estrategia para empresas dedicadas a la industria automotriz o a los software computacionales, pues está claro que algunos giros se prestan más que otros.
Considerando este cuestionamiento, Brown apunta que el deleite, que es el objetivo principal de esta estrategia, puede ser intangible; por lo que incluso para entidades de negocio dedicadas a ofrecer servicios, es posible integrar inteligencia estética a través de servidores realmente capacitados y con todas las habilidades profesionales y personales que los acrediten para atender a los consumidores.