La economía y el marketing BTL son áreas del conocimiento humano que están íntimamente relacionadas. Mientras que la primera busca describir la producción, venta y consumos de bienes y servicios (dicho de modo muy elemental), el marketing tiene como objetivo el generar herramientas para cubrir las necesidades de las personas e incentivar el consumo, lo cual tiene una incidencia fundamental en el flujo del efectivo. En anteriores artículos hemos tenido oportunidad de platicar de términos como el descremado de precios o la ley de la oferta y la demanda, pero en esta ocasión te contaremos sobre la elasticidad cruzada.
¿Qué es la elasticidad cruzada?
Podemos comprender la elasticidad cruzada como el cambio en la demanda y en el precio de un producto con respecto a los de otro artículo, de acuerdo con datos de Economipedia. Dicho de modo formal, podemos considerar que es la modificación porcentual de la demanda de un insumo o servicio en razón de la de otro.
Veamos un ejemplo. Supongamos que el precio del limón aumenta. En las taquerías se acostumbra ofrecer limones para consumir los alimentos que se preparan. Entonces es posible que también el precio de los tacos se incrementen.
La elasticidad cruzada de un producto se puede calcular dividiendo la variación porcentual de un producto X entre la variación porcentual de un producto Y, de acuerdo con datos de Ecolink.
La elasticidad cruzada se puede presentar en dos tipos de productos: los complementarios y los sustitutos. Lo primeros son los que se pueden consumir de modo conjunto; mientras que los segundos son aquellos que satisfacen la misma necesidad del público, pero que son de marcas distintas, de acuerdo con datos de My Triple A.
Por supuesto, conocer con detenimiento el modo en el que funciona este concepto puede ser de gran utilidad al momento de generar una estrategia de precios en el punto de venta, de tal modo que se busquen generar mayores ingresos.