Las historias únicas, irrepetibles e inolvidables suelen ser más valiosas ya que permiten al shopper compartir e involucrarse en el momento de la compra. Hoy en día las compañías que coloquen en primer lugar la experiencia del consumidor tendrán, decididamente, su preferencia.
Las experiencias, acciones centradas en el cliente, mejoran la captación y fidelización de clientes, ya sea a través de redes sociales, aplicaciones móviles, plataformas digitales o en punto de venta. Sin embargo, las experiencias tienen un impacto más allá de la cadena de valor de una marca. Se han posicionado como uno de los factores imprescindibles para satisfacer las necesidades del consumidor.
De acuerdo con IEDGE Business School, los autores Pine y Gilmore argumentan que cualquier producto personalizado es en esencia, no ya un producto, sino un servicio. En su libro The Experience Economy, estos autores argumentan que la economía mundial está entrando en la siguiente fase de su desarrollo dejando atrás la economía de los servicios que a su vez sustituyó anteriormente a la de los productos y ésta a la de los commodities.
En este sentido, la Personalización representa el valor que se otorga en las sociedades económicamente desarrolladas a consumir mejor frente al valor que se da en sociedades menos desarrolladas a consumir más y más.
El comercio electrónico, sin duda, se diferencia de otros sectores debido a que se han entendido las necesidades del consumidor actual. Existe una clara diferencia entre adquirir un producto en un punto de venta físico que en una tienda en línea, y estos factores, como la personalización, son los que están impulsando el e-commerce en nuestro país.
De acuerdo con el Estudio de motivaciones y barreras a la compra en línea 2017 realizado por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), las promociones, productos no disponibles en tienda, el ahorro de tiempo, los envíos a domicilio y una mayor variedad de artículos son algunas de las razones para comprar en línea.