El proceso de inbound sales es un método de ventas ideal para adaptarse a nuevas tendencias, permitiendo hacer clic con el consumidor y sus hábitos más recientes.
Esta herramienta basa su efectividad en estrategias que se enfocan en el comprador en lugar de dar foco al vendedor, considerando que es el shopper quien es parte de un constante cambio. Del mismo modo, el inbound sales permite a las marcas personalizar experiencias para cada persona aún en diferentes contextos.
La implementación de este proceso puede representar una ventaja competitiva para las marcas, sobre todo si se complementa con técnicas como el CRM y la tropicalización de la fuerza de ventas a los nuevos hábitos de consumo.
El proceso de estrategias basadas en inbound sales
Al ser un método especializado, el inbound sales se integra por 4 fases que tienen como objetivo identificar, conectar, explorar y cerrar la venta.
1. Identificación de clientes potenciales
A través de un estudio de mercado, identifica a los consumidores que potencialmente podrían adquirir los productos o servicios de tu marca. Considera sus necesidades y deseos, además de aspectos más personales, como su estilo de vida y hábitos de compra.
2. Conexión con los prospectos
Una vez que los clientes potenciales están identificados, podrás crear acciones para contactar con ellos y poder mantenerlos al tanto de tus ofertas comerciales.
3. Explora sus necesidades
Estar en contacto con los prospectos te dará la oportunidad de conocer las necesidades que son menos evidentes. De esta manera, podrás tomar decisiones al respecto, personalizando estrategias con el fin de posicionar a tu marca en su mente.
4. Cierra la venta
Después de identificar el target, conectar con él y además, ofrecerle un producto o servicio hecho a su medida, no hay forma de que se niegue a ser consumidor frecuente de tu marca. No obstante, es importante mantenerse innovador y creativo para que estas nuevas captaciones se mantengan fieles.