Hay algunas estrategias de marketing que resultan ser más sutiles que otras. Por ejemplo, regularmente cuando vemos un anuncio OOH, por lo regular una de las cosas que primero notamos es la marca, la cual, por lo normal pagó esa publicidad; pero cuando vemos una película y sale un determinado producto de una firma, no relacionamos (al menos no de manera instantánea o directa) que puede tratarse de un product placement. Sin embargo, hay campañas que resultan mucho más sutiles, como es el caso de astroturfing.
El astroturfing es definido por sitios como Neo Attack o como Bloggin Zenith como la estrategia en la que se mantiene oculto, de cierto modo, al responsable de la misma, con la finalidad de tener incidencia en la opinión pública, el apoyo o incluso una tendencia social en particular. Dicho en otras palabras, podemos considerar que este concepto busca usar a ciertas personas o medios como canales, para promocionarse sutilmente, pero que que la marca o el personaje que la utiliza se vea que está haciendo uso de ella.
Algunos consideran que el astroturfing es una estrategia del campo de las relaciones públicas, pero hay quienes la acotan al campo de lo digital.
Por ejemplo, cuando se está haciendo una campaña política se puede comprar ciertas cuentas en redes sociales o incluso pagarle a personalidades o incluso a periodistas para que hablen sobre un cierto tema. Sin embargo, también se han encontrado algunos ejemplos en el retail, como cuando una firma paga para que la gente haga filas fuera de sus tiendas, simulando que está ansiosos por conseguir ciertos artículos.
Con el astroturfing se busca hacer pasar ciertas opiniones y acciones como naturales, para que se vuelvan virales y generen un impacto en la población; sin embargo, hay quienes consideran como manipulación a este tipo de estrategias.
