El modo en el que se hace marketing BTL ha cambiado en los últimos años. Ya no sólo basta fijarse en un producto o en la campaña, sino que ahora las empresas y las agencias se han dado cuenta que es mucho más rentable y amigable establecer y fijar relaciones duraderas con los clientes. ¿Cómo se puede hacer esto? Para esto se ocupa el marketing relacional, sobre el cual te platicamos en las siguientes líneas.
El marketing relacional puede definirse como la serie de estrategias y acciones que se realizan con el fin de no sólo captar a los clientes, sino también de establecer relaciones duraderas con ellos, por medio de su satisfacción, de acuerdo con datos de Gestiópolis.
Bien pensado nos ofrece una piensa clave del marketing relacional: por medio de estas estrategias y campañas no sólo se busca la satisfacción del cliente, sino que también se esperan generar beneficios para la marca. Al fidelizar a los clientes, se puede incrementar considerablemente la rentabilidad de la relación que existen entre las dos partes.
Dicho de otro modo, mientras que una marca lanza incentivos, programas de lealtad y genera experiencias memorables para los clientes, los consumidores seguirán eligiendo los productos de dicha firma, lo cual, al final, se puede traducir en ingresos seguros para la compañía en cuestión.
Cabe destacar que la relación entre la empresa o la marca y el cliente será de ganar-ganar, pues, mientras que el primero genera ingresos y cubre las necesidades del consumidor, el segundo estará contento con su compra.
Como bien menciona Connext, a diferencia de otras disciplinas de below the line, el marketing relacional no persigue tener resultados inmediatos, sino que más bien enfoca sus esfuerzos en establecer y desarrollar la relación entre las partes y espera que, en consecuencia, esto genere ganancias.
¿Qué acciones nos ayudan en el marketing relacional? Sin duda alguna, tener una base de datos con los clientes regulares es de gran ayuda. Sin embargo, si podemos detectar sus patrones de compra, podemos segmentarla para dirigirnos a los consumidores más valiosos (aquellos que realizan compras más frecuentes o que compran los productos más caros).
La comunicación directa también es una pieza clave para poner en práctica el marketing relacional, para lo cual también será necesario segmentar con mucho cuidado al mercado.
