Con el paso del tiempo, la sociedad ha cambiado, lo cual también ha implicado una transformación en el consumidor. Éste ya no sólo piensa en los beneficios que pueden obtener por medio de los productos o las necesidades que se ven cubiertas con lo que adquieren, sino que, en la actualidad, las personas han mostrado una preferencia por compañías que muestren más consciencia sobre el impacto que tiene tanto en el mundo como en la localidad en la que se encuentra. Asociado a este término se encuentra el marketing ético, sobre el cual hablamos en las siguientes líneas.
Como bien explica Semrush, más allá de tratarse de una serie de estrategias, técnicas y herramientas, es una postura que toma una empresa para realizar acciones que son éticamente correctas.
El marketing ético está profundamente relacionado con la filosofía de la empresa, la cual a su vez se encuentra relacionada con sus valores. Sin embargo, estos elementos no sólo deben estar conceptualizados, sino que deben formar parte del actuar cotidiano de una empresa.
Por medio del marketing ético, una empresa es capaz de tomar decisiones con una visión mucho más amplia que lo meramente empresarial, sino basada en lo que es correcto
Al implementar el marketing ético en una empresa no sólo generará entre los colaboradores un sentimiento de satisfacción, sino que también le otorgará a la compañía autoridad moral para ciertas situaciones, además de que también le brindará un mayor prestigio y reputación; lo cual, en consecuencia, mejora indicadores como aspectos como el branding de la compañía, además de que también optimiza indicadores como el brand awareness, el engagement y el brand equity de la firma.
Otro de los principales beneficios que ofrece este tipo de marketing es que se puede mejorar la percepción que las personas tienen tanto de la marca como del producto.
