- Vivimos un periodo en el tiempo de la conciencia ambiental, donde muchos consumidores buscan apoyar empresas que tienen un enfoque sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
- Lo cierto es que a medida que aumenta la presión sobre las empresas para que sean más responsables y ecológicas, también surgen prácticas engañosas que pueden socavar la confianza de los consumidores.
- Una de estas prácticas es conocida como greenhushing, que es esencialmente el opuesto del greenwashing.
El término greenwashing es probable que ya resulte familiar para muchos, pues implica hacer uso de afirmaciones exageradas o engañosas sobre el impacto ambiental de una empresa, por su parte, el greenhushing tiene que ver con la falta de transparencia y la evasión de las cuestiones ambientales.
El greenhushing puede tomar una variedad de formas en el mundo empresarial. Por ejemplo, una compañía puede estar haciendo esfuerzos significativos para reducir su huella de carbono o implementar prácticas más sostenibles, pero se abstiene de hacer afirmaciones públicas sobre sus acciones ambientales.
En algunos casos, esto puede deberse a una preocupación legítima de que la empresa no esté haciendo lo suficiente para ser considerada verdaderamente sostenible. Sin embargo, en otros casos, la falta de transparencia puede ser una táctica deliberada para evitar la crítica o el escrutinio.
Un caso muy marcado de greenhushing se puede ver en la industria de la moda. Vastas firmas de moda están comenzando a adoptar prácticas más sostenibles, como el uso de materiales orgánicos o la reducción de residuos en la producción. Sin embargo, algunas marcas no hacen alarde de sus prácticas sostenibles por temor a ser criticadas si no cumplen con los estándares más estrictos de sostenibilidad.
Estas mismas marcas optan por simplemente mantenerse en silencio sobre sus esfuerzos de sostenibilidad y esperar que los consumidores asuman que están haciendo lo correcto. Por otra parte, el greenhushing también puede ser utilizado por empresas que tienen una imagen ambiental negativa. En lugar de abordar los problemas ambientales de frente, estas empresas pueden tratar de evitarlos en lugar de enfrentar la crítica pública.
Un posible escenario de lo anterior es cuando una empresa petrolera ha sido criticada por su impacto ambiental y entonces decide optar por no hacer declaraciones públicas sobre sus esfuerzos para reducir su huella de carbono, en lugar de abordar directamente las críticas y trabajar para mejorar su impacto ambiental.
La falta de transparencia en torno a las prácticas sostenibles también puede dificultar la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores. Si una empresa no está dispuesta a hacer afirmaciones públicas sobre sus esfuerzos de sostenibilidad, puede ser difícil para sus clientes evaluar si deberían apoyar a esa marca o buscar alternativas más sostenibles.
A medida que los consumidores se vuelven cada vez más conscientes en torno a la importancia de la sostenibilidad, es probable que el greenhushing sea cada vez más criticado. Los consumidores pueden comenzar a demandar más transparencia y responsabilidad de las empresas, y aquellos que son vistos como menos comprometidos con la sostenibilidad pueden perder el apoyo del público.
En otras palabras, el greenhushing es una táctica de marketing poco ética. Los consumidores tienen derecho a saber lo que están comprando y cómo se produjo, y las empresas que son transparentes y responsables en torno a sus prácticas sostenibles pueden construir relaciones más sólidas y duraderas con sus clientes.
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