La cantidad de información que existe en la actualidad es mayor que la que hubo en otros periodos de la historia. Las redes sociales, los teléfonos inteligentes e incluso el e-commerce son algunos de los canales que han fomentado que haya más datos que nunca. Pero esto mismo también ha expuesto los registros sensibles de los clientes. Para proteger ese conocimiento, se han desarrollado distintas técnicas, como el encriptamiento de datos o el data masking. Acerca de esta última técnica que platicamos en las siguientes líneas.
Una definición sencilla del data masking es el que nos ofrece Power Data, en el que nos explica que es un proceso por medio del cual se reemplaza información sensible con otra nueva que se produce que también sea útil y de buena calidad, pero que al mismo tiempo sea inútil para las personas externas que sean mirarla.
Para entender de modo más sencillo el proceso de data masking, lo que se hace es que se cambia información sensible por otra que tenga las mismas cualidades, como es el caso del nombre de un usuario o incluso los números de una tarjeta de crédito, según datos de IBM.
Informática nos ofrece algunas de las características con las que funciona el data masking; sin embargo, primero nos aclara que es su funcionalidad es servir como una protección para los datos sensibles de las personas, lo cual se puede lograr a través de su disociación.
Entre las cualidades que se mencionan están las de contar con una mayor conectividad de los datos, además de que el rendimiento del enmascaramiento de datos resulta mucho mayor.
Una de las principales cualidades de data masking es que el cambio de los datos debe ser irreversible, con la finalidad de evitar cualquier tipo de hackeo. Otra de las características de esto es que el proceso de cambio debe ser constante.