Como sucede en cualquier área del conocimiento humano, el marketing cuenta con una serie de términos que conforman su argot y que ayudan a comprender mejor al sector y sus respectivos procesos. Basta con ir al punto de venta para ver que existe una gran variedad de vocablos que sirven para estudiar y comprender todo lo que ahí está, como, por ejemplo, el frenteo, anaquel, stock, packaging y material POP. Entre la pléyade de palabras que existen, hay una que vale la pena revisar por su importancia: approach. ¿Qué es? ¿En qué consiste? En las siguientes líneas revisaremos este tema.
El approach se puede comprender como el acercamiento que las marcas tienen con los clientes, particularmente en el punto de venta. Establece el momento y el modo de contacto en el que ambas partes se reúnen en un determinado contexto.
Un buen ejemplo para comprender al approach es con la venta directa que se realizan en el punto de venta. En esa circunstancia, el vendedor, como un embajador de la marca, genera un acercamiento con el cliente no sólo para que compre un producto, sino para que conozca a la firma que lo realiza y su oferta.
Para que haya un approach efectivo una de las primeras cosas que deben tomarse en cuenta es que se necesita conocer bien al público meta con el que se está trabajando, con la finalidad de entablar una comunicación que no sólo sea directa, sino también efectiva.
Si se trabaja con promotores o vendedores, como es el caso de nuestro ejemplo, es necesario que cada uno de ellos conozcan a la perfección el producto y la marca, con la finalidad de que puedan realizar una adecuada promoción de ambos y que el acercamiento que se está generando sea efectivo, además de que se logren generar ventas.