En el marketing BTL y en el retail existen distintos modelos por medio de los cuales se le pueden ofrecer a los clientes productos. Quizá con el que estemos muy familiarizados es con el esquema en el cual un productor comercializa sus artículos a través de un distribuidor (como, por ejemplo) un retailer, para que el cliente los adquiera. Sin embargo, existen otras modalidades que han adquirido cierta popularidad, como es el caso de D2C, cuya definición te presentaremos en las siguientes líneas, así como el modo en el que suele funcionar.
El modelo direct-to-consumer, conocido también como D2C por sus iniciales, es aquel en el cual los productores comercializan su productos de manera directa a los clientes, sin la necesidad de un intermediario, ya sea a través de un vendedor, un sitio web propio o un punto de venta también propio.
Un gran ejemplo del modelo D2C es la venta por catálogo, por ejemplo, Avon o Mary Kay, empresas que comercializan sus productos por medio de una fuerza de ventas, que regularmente van hasta donde se encuentre el cliente potencial, con la finalidad de mostrarle los artículos que están disponibles y persuadirlo para que adquiera al menos uno.
Aunque quizá el ejemplo de la venta por catálogo es de los más populares de este tipo, lo cierto es que las tiendas exclusivas de Apple funcionan también bajo el esquema del D2C, puesto que la empresa de tecnología vende sus artículos por medio de su propio punto de venta.
Sin embargo, esta modalidad de venta directa al consumidor también se puede llevar a cabo de manera digital, por medio de un un sitio web. En este espacio digital, la marca puede distribuir por sí misma sus artículos, por lo que no tiene que pagar para colocar sus productos en un anaquel o tampoco tienen que invertir en un espacio físico tal cual.