Con la finalidad de satisfacer las necesidades del cliente y de generar una grata experiencia de compra, es necesario que todos y cada uno de los elementos que conforman un retailer estén muy bien cuidados: desde el acomodo del producto en el anaquel hasta la iluminación son aspectos que debe revisarse constantemente. Sin embargo, uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchos minoristas es al quiebre del stock, el cual puede generar una serie de efectos negativos.
Cuando un cliente va a un punto de venta y en los anaqueles hay producto faltante (producido por un quiebre en el stock), el shopper perderá la confianza en el retailer en cuestión de encontrar los productos que busca para satisfacer sus necesidades. Por lo que probablemente considere hacer sus compras habituales en alguna otra tienda.
Cuando se presenta un quiebre de stock es muy probable que el retailer en cuestión no sólo pierda la confianza del cliente, sino que también perderá ventas, lo cual se puede traducir en una contracción en los ingresos que reportará la empresa en cuestión.
Por supuesto, un quiebre de stock puede derivar en la falta de un buen servicio y atención al cliente, lo cual no sólo perjudica a los ingresos de una tienda online, sino que también daña la percepción de la marca, tanto del retailer como incluso la del producto que buscaba el cliente.
Es importante que los retailers aprendan a prevenir un quiebre de stock, para lo cual es necesario observar las tendencias de consumo de sus clientes, también será muy importante que cuenten con una buena logística para evitar que falten productos en los anaqueles, de tal modo que, cuando esté por terminarse, se solicite más ya sea en el almacén o con el distribuidor, según sea la situación que se presente.