En el mercado existen distintos tipos de artículos, los cuales cuales cuentan con sus particularidades, tanto para venderse como para ser distribuidos desde el productor hasta el punto de venta. Hay algunos insumos que cuyas características requieren un cuidado muy particular: los productos FMCG, que son aquellos que cuentan con una alta rotación, que son muy consumidos por las personas, pero también que su vida útil es considerablemente pequeña. Un ejemplo de ellos son los comestibles. ¿Qué cuidados hay que tener en su distribución?
Uno de los primeros aspectos que hay que tener en cuenta en la distribución de los productos es el embalaje. En buena parte de los casos, los productos FMCG, como frutas o verduras, carecen de un packaging, por lo que, para resguardar su integridad y, por supuesto, su calidad, es necesario contar con un medio que conserve sus cualidades.
Al ser artículos que cuenta con una vida útil considerablemente pequeña, es necesario tomar medidas para conversarlos mientras son transportados para su distribución. Dependiendo del tipo de producto FMCG que se trate, habrá que implementar ciertos sistemas, como, por poner un ejemplo, de refrigeración.
También será fundamental considerar los tiempos de transporte en la distribución de productos FMCG. Como este tipo de artículos se echan a perder considerablemente rápido, es necesario que o los lapsos de traslado sean considerablemente menores o que en los transportes se implementen sistemas para que los insumos no pierdan sus cualidades.
Las rutas de distribución tienen que ser muy eficientes. Se debe evitar en todo momento la pérdida de tiempo, puesto que, este tipo de productos son de muy alta rotación, por lo que se necesitan ser surtidos constantemente para evitar quiebres de stock, lo cual puede tener un impacto en la satisfacción del cliente, tanto por parte del productor como por la del punto de venta en cuestión.