El marketing de eventos fue, durante 2015, el sexto servicio más ofertado por las agencias below the line en México, con un 79.17 por ciento, teniendo como exponentes principales las ferias, exposiciones y eventos, de acuerdo con nuestro departamento de investigación.
Cuando una marca recurre a cualquier tipo de evento puede ser por diversas razones; quizá busque mejorar su posicionamiento, quiera elevar sus ventas, o hacer el lanzamiento de algún producto. Pero cuando se trata de fungir como experto y ponente frente a un grupo de asistentes, esto también se torna una oportunidad para que la marca envíe a uno de sus máximos representantes o voceros y dé la mejor imagen de la empresa.
Según nuestro mismo departamento de investigación, los hoteles son el recinto más utilizado para un evento de marca, con un 22 por ciento de preferencia, seguido de los centros de convenciones e instalaciones del cliente, con un 22 y 18 por ciento, respectivamente.
Ahora, ya que el respresentante de la marca está por exponer algún tema, por el cual se le ha invitado a participar, hay una serie de cosas que no puede permitirse hacer, ya que no sólo puede confundir, malinformar e incluso aburrir al asistente, sino también poner en riesgo la imagen de la marca a la que representa.
Para evitar esto, a continuación te sugerimos no hacer lo siguiente:
Discurso o ponencia plana
Con esto nos referimos a que el ponente debe estar previamente preparado para que cuando llegue el momento de exponer se note que ha estado alistando su speech y así no parecer improvisado o que no se tomó el tiempo necesario para preparar su ponencia.
Abusar de la improvisación y dar datos o información errónea
Cuando se está frente a un público es necesario que se llegue preparado; habrá momentos en los que se dé la oportunidad de improvisar porque puede resultar una buena opción para que el público incluso participe, pero lo malo comienza cuando se abusa de este recurso.
Así mismo si no se está seguro de algún dato hallado en Internet o en algún estudio, es mejor que no se exprese durante la presentación a la audiencia para evitar confusión, malinformar y desvirtuar la imagen de la marca.
No ser congruente entre lo que se dice y se hace
Puede ser que se lleve un discurso muy bien planeado y estudiado, y que el carisma y comportamiento durante la ponencia sean excelentes, pero no valdrá mucho la pena si lo que se dice no refleja los valores e imagen de la marca a la que representa.
Se debe tener en cuenta que lo que se dice o expone debe guarda coherencia con lo que la marca hace.
Mostrarse ajeno a la audiencia
Esto se refiere a que un ponente puede mostrarse sin disponibilidad de resolver dudas de la audiencia, o simplemente no acceder a las preguntas que ésta haga. Esto, además de hacerte ver arrogante, perjudica los valores e imagen de la marca en cuestión.
Aun cuando se vaya preparado, listo para estar frente a un gran público, es posible que los errores sucedan, pero quien está frente a una audiencia no debe perder de vista que representa a una empresa, y que tanto él como la empresa tienen una reputación que cuidar, y que deben respeto y buena exposición de información a los asistentes.