La Copa Mundial de Futbol es no sólo es uno de los eventos deportivos con mayor valor de marca en todo el mundo (específicamente 229 MDD, por debajo de actividades como el Super Bowl, valuado en 663 MDD), sino que también es de los más esperados por los fanáticos de muchos países. El Mundial, como es conocido coloquialmente, también suele dejar una derrama económica importante en el país anfitrión. Con esto como marco de referencia, Qatar, que será la sede para 2022 ha anunciado que buscará fortalecer su industria deportiva previo la contienda deportiva.
De acuerdo con declaraciones realizadas por Yousuf Al-Jaida, CEO del Centro Financiero Qatar (QFC), adicionalmente a las cerca de 25 licencias que se otorgarán este 2019, se esperan otorgar permisos a 150 compañías deportivas hasta el 2022, por medio de las cuales estas empresas quedarían eximidas de las leyes de propiedad de dicha localidad.
Por medio de estas licencias que se otorgarán no sólo se espera atraer a las empresas deportivas multinacionales a Qatar, sino que también se buscará agilizar el comercio de servicios, ropa, capacitación y educación relacionados con el deporte, de tal modo que estas empresas ofrezcan el abastecimiento necesario para cuando se realice la Copa Mundial de 2022, según declaraciones realizadas por el CEO de QFC.
Uno de los principales retos a los que se ha enfrentado Qatar en términos económicos es el boicot establecido por los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Bahrein, quienes acusan a dicho país de terrorismo. A pesar de esto, por medio de las licencia espera diversificar sus fuentes de ingresos, los cuales provienen en su mayoría del gas.
Cabe destacar que además de otorgar licencias, el país anfitrión de la Copa del Mundo anunció durante 2018 que ofrece espacios gratis para oficinas y semilleros de inversión como parte de su plan de incentivos para atraer a los inversionistas extranjeros.