Más investigación, mejores tecnologías y comunicación para que shoppers, marcas y retailers ganen por igual.
Por: Alejandra González
El consumo no puede entenderse sin una explicación de lo que sucede en el punto de venta, antes considerado el eslabón final de este proceso económico, porque los factores y situaciones después de la compra también se analizan.
El marketing se establece como una herramienta que permite conocer lo que sucede en el punto de venta: el comportamiento del consumidor y las operaciones entre el retailer y la marca (fabricante).
Analizar a los compradores es una actividad constante para las marcas y los retailers, ambos tienen que involucrarse en la investigación acerca de cómo reaccionan las personas ante el anaquel. Con esto, se incrementan las oportunidades y beneficios para los tres actores: fabricantes, detallistas y shoppers. Por eso se requiere de tecnología para el seguimiento de las actividades.
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