El método Odd Pricing o también llamado Phsycho Pricing busca crear la percepción de un precio más bajo en la mente del consumidor. Es decir, cada vez que el punto de venta publica un precio de 99.99, el cerebro tiende a asimilarlo como que es barato, ya que no rebasa los 100 pesos.
Originalmente, esta estrategia de pricing se destinaba para prevenir robos de dinero en efectivo, para no obligar a una cajera a abrir la caja registradora al darle cambio al cliente.
De acuerdo con un estudio de Software Advise –centro de revisión e investigación para sistemas en Punto de Venta-, el Phsycho Pricing u Odd Pricing es la quinta estrategia de Pricing más usada por los retailers y mercadólogos.
Según MIT y la Universidad del Chicago se demostró que el número 9 es el rey. Su estudio consistió en vender una prenda de mujer con diferentes precios: $34, $39 y $44. El artículo más vendido fue el que tenía el precio de $39.
Expertos afirman que el cerebro al ver un precio de $49.99, lo digiere como “Apenas por encima de $40” y muy “Por debajo de $50”.
El “poder” del 9
El 9 puede ser en sí un número atractivo, pero usarlo en un precio puede colocar en la mente de los consumidores que se trata de una rebaja.
De acuerdo con Lokad.com, un factor a considerar cuando se usa este método es el relacionado con rangos de precios. La mayoría de los sitios de eCommerce dan la opción de filtrar resultados por precio, tales como $50-$99. Colocar un precio de $99.99 en lugar de $100, implica entrar en ese rango, que puede, potencialmente tener un impacto positivo en la demanda.
El cerebro asimila que el precio es menor a $100 y que se trata de una oferta o que está al alcance.
No siempre el Odd Pricing da resultados
Para casos donde se involucra la calidad del producto, no siempre ayuda la estrategia de Odd Pricing, ya que hay ciertas limitantes respecto al precio.
Por ejemplo, los productos con terminación .99 son por lo general percibidos como una promoción o “barato”. Sin embargo, es probable que la percepción de la calidad del producto se vea afectada. Si se asume que la calidad del producto tienen un impacto en la demanda, entonces la percepción asociada a los precios con terminación .99 puede resultar en menor demanda, afectando las ganancias del producto.
Como ejemplo, consumidores pueden considerar que una cafetera menor a $300 no es lo suficientemente cara y verían el precio como un signo de baja calidad. Por lo tanto, fijar un precio a $299.99 bajaría la demanda considerablemente, demostrando la ineficiencia del Odd Pricing en este caso específico.