Con la finalidad de prohibir el uso y distribución de bolsas de plástico y popotes, el Congreso de la Ciudad de México recientemente aprobó las reformas a la Ley de Residuos Sólidos, una iniciativa presentada por Alessandra Rojo de la Vega, diputada del Partido Verde (PVEM), que se pondrá en marcha a partir del 2020.
Esta iniciativa tiene el objetivo de crear conciencia en las empresas y ciudadanos en la búsqueda de una mayor sustentabilidad y cuidado del medio ambiente. Los artículos que están prohibidos son: tenedores, cuchillos, cucharas, palillos mezcladores, platos, bolsas, globos, cotones, así como vasos, tapas o cualquier utensilio fabricado con plásticos. Solo se permitirá la entrega de bolsas de plástico siempre y cuando sean biodegradables en un 90 por ciento en seis meses.
Sin embargo, la Asociación de Industriales de la Bolsa Plástica de México (Inboplast) informó que se pone en riesgo más de 58 mil empleos directos e indirectos relacionados con la producción de bolsas de plástico. Se trata de 38 mil personas relacionadas con la elaboración y reciclaje de bolsas, mientras que 20 mil son recolectores de estos productos, según Inboplast.
Estimaciones de la Asociación señalan que los plásticos que reciclan sus empresas asociadas terminarán en vertederos, barrancas y mares, visto que las reformas a la ley no promueven el reciclaje. En este sentido, se dejarán de reciclar más de 267 mil toneladas de plástico al año, capacidad que llenaría 200 veces el Estadio Azteca.
La Asociación de Industriales de la Bolsa Plástica de México ha rechazado el sistema de Economía Lineal (producir, fabricar, eliminar), por lo que apoya la implementación de la Economía Circular, que se basa en la reducción, reutilización y reciclaje.
Otras alternativas, por ejemplo para la elaboración de popotes, se proponen materiales como el acero y bambú.
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