El confinamiento por la pandemia de Covid-19, el sin fin de restricciones, el estrés del home office, la falta de contacto con amigos y la incertidumbre, son los factores que han afectado la salud mental de todos en medio de la pandemia. Los expertos en la mente lo han constatado en diversos estudios a nivel mundial y explican: ¿por qué es importante eliminar hábitos nocivos de trabajo?
“La salud mental hace referencia a estar en equilibrio en cogniciones, pensamientos, en lo que corresponde a nuestro funcionamiento diario. Sin salud es muy complicado realizar estas actividades, por ello es que se trabaja en esfuerzos constantes para mantenerla en el mejor estado ”, dice Alejandro Domínguez Rodríguez, doctor en psicología y quien dirige el programa Duelo Covid19, según información del portal Tec Review.
De modo que el bienestar de la mente es igual de importante que el físico y es necesario para un desempeño correcto en cualquiera de nuestras actividades y el equilibrio entre la vida personal y laboral es un ciclo, no un logro. El exceso de trabajo no es bueno para los empleados ni para sus empresas y, sin embargo, en la práctica, puede ser difícil superar los hábitos poco saludables.
Harvard Business Review realizó un estudio a profundidad con 200 profesionales de oficina de un bufete de abogados y un bufete de contabilidad, con un número igual de hombres y mujeres, de rangos de edad de entre 30 y 50 años, con al menos un hijo a cargo y en puestos de gerencia media alta. La mayoría de los entrevistados describieron su trabajo como muy exigente, agotador y caótico, y parecían dar por sentado que trabajar muchas horas era necesario para su éxito profesional.
De acuerdo con Satista a mediados de lo que va de la pandemia por Covid-19 en México, la medida de adopción de home office de las empresas disminuyó el estrés del 57%, el 22% conservó el mismo que en la oficina, pero el 21% aseguró sufrir más estrés al trabajar desde casa. Porque tu salud mental es importante, te presentamos 5 pasos para eliminar hábitos nocivos de trabajo.
1. Pausar y desnormalizar.
Da un paso atrás y pregúntate: ¿Qué me está causando estrés, desequilibrio o insatisfacción actualmente? ¿Cómo están afectando estas circunstancias mi desempeño y participación en mi trabajo? ¿Cómo están afectando mi vida personal? ¿En qué estoy priorizando? ¿Qué estoy sacrificando? ¿Qué se está perdiendo? Solo después de hacer una pausa mental y reconocer estos factores, podrá comenzar a abordarlos.
Todos los profesionales llevamos vidas muy ocupadas que normalmente no tenemos el tiempo ni la energía para detenernos a reflexionar, y aunque algunos profesionales pueden estar bien con largas horas de trabajo, tomarse el tiempo para pensar en estas preguntas y reconocer las compensaciones que ha hecho ( ya sean intencionales o no) es útil para cualquiera buscar descubrir formas alternativas de trabajar y vivir.
2. Preste atención a sus emociones.
Una vez que haya aumentado la conciencia de tu actual, examina cómo te hace sentir. Pregúntate, ¿me siento lleno de energía, realizado, satisfecho? ¿O me siento enojado, resentido, triste?
Una comprensión racional de las decisiones y prioridades que impulsan tu vida es importante, pero al igual lo es la reflexividad emocional, es decir, la capacidad de reconocer cómo hace sentir una situación. La conciencia de tu estado emocional es fundamental para determinar los cambios que quieres realizar en tu trabajo y en tu vida.
3. Cambie las prioridades.
Aumentar tu conciencia cognitiva y emocional te brinda las herramientas que necesitas para poner las cosas en perspectiva y determinar cómo deben ajustarse tus prioridades. Pregúntate: ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar y por cuánto tiempo? Si he priorizado el trabajo sobre la familia, por ejemplo, ¿por qué siento que es importante poner más atención a mi vida de esta manera? ¿Es realmente necesario? ¿Es realmente inevitable? ¿Qué arrepentimientos tengo ya y de qué me arrepentiré si continúo por mi camino actual?
Nuestras prioridades a menudo cambian más rápido que nuestros hábitos diarios de asignación de tiempo y eso repercute en tu estado de ánimo e impacta en tu rendimiento profesional.
4. Considere sus alternativas.
Antes de lanzarte a las soluciones, primero reflexiona sobre los aspectos de tu trabajo y tu vida que podrían ser para alinear mejor con tus prioridades diferentes. ¿Hay componentes de tu trabajo que te gustaría que cambiaran? ¿Cuánto tiempo te gustaría pasar con su familia o pasatiempos?
Una vez que encuentres esas respuestas es un momento de actuar y visualizar alternativas que te encausarán a mejoras en tu bienestar emocional y mental.
5. Implementar cambios. Finalmente, una vez que hayas identificado tus prioridades y hayas considerado bien las opciones que podrían ayudarte a mejorar, hay que tomar decisiones e implementar cambios. Eso puede significar un ajuste “público”, algo que cambia explícitamente las expectativas de tus colegas, como asumir un nuevo rol diseñado para requerir menos tiempo o permitir un modelo de semanas comprimidas, o un cambio “privado”, en que los ajustes informalmente tus patrones de trabajo, sin necesariamente intentar cambiar las expectativas de tus colegas.
Es importante destacar que los cinco pasos descritos anteriormente no son una actividad de una sola vez, sino más bien un ciclo de evaluación y mejora continua. Especialmente si estás bajo la influencia de una cultura abrumadora de horas largas de trabajo.
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