Es un hecho que los productos y los servicios tienen naturalezas diferentes. Y aunque hay empresas que ofrecen ambas cosas, es necesario que, al momento de crear las estrategias de marketing, sean consideradas las diferencias que los definen.
Mientras el producto es tangible, separable, no perecedero y homogéneo; los servicios tienen como características principales el ser intangibles, heterogéneos, inseparables y perecederos. Y aunque en muchas ocasiones el producto forma parte de un servicio, tal como el servicio puede ser parte de la comercialización de un producto, siguen siendo extremos completamente opuestos.
Diferencias entre el marketing mix de los productos y el marketing mix de los servicios
Siendo así, es preciso que los diferentes elementos que compongan las estrategias de marketing de cada uno, también tengan características propias para ser funcionales y lograr representar la naturaleza del producto o del servicio.
Es decir, las campañas que resultan del marketing mix de los productos, responden a las 4 p’s:
- Plaza
- Producto
- Precio
- Promoción
Del mismo modo, esta mezcla es aplicada a los servicios, sin embargo, para este marketing mix, se integran 3 p’s que funcionan particularmente para los bienes intangibles. A continuación te decimos cuáles son:
1. Personas: Refiriéndose al personal que vuelve al servicio una realidad, ya sean los empleados o incluso los clientes. Ambos serán parte de una experiencia. Es por eso que resulta tan importante la capacitación del equipo que guiará al servicio durante sus primeras etapas del ciclo de vida.
2. Physical Evidence (evidencia física): Cada uno de los servicios tendrá elementos físicos que evidencien su existencia, de modo que cuando el cliente entra en contacto con estos recursos, conocerá la esencia completa del servicio.
3. Procesos: Existen servicios para los que es necesario completar procesos. La clave está en que estos procesos estén lo más mecanizados posible, que sean ágiles y eficientes; ya que de lo contrario, el proceso será un recurso inútil que no llevará a la compra.
