La mayoría de las empresas trabajan con un objetivo muy claro y definido: aumentar sus ingresos y ganancias, con la finalidad de acumular una mayor cantidad de riquezas para poder expandirse a otras líneas de negocio o para mantenerse en la que están y convertirse en un actor preponderante en su ramo. ¿Qué implica esto? Del mismo modo que dice la frase, ¿el fin justifica los medios? Los límites a estas preguntas los colocan la ética en los negocios, que, de no considerarla, puede generar algunos riesgos para el organización, respecto a los cuales platicaremos en las siguientes líneas.
Uno de los principales riesgos que se pueden generar cuando no se considera la ética en los negocios es el daño que se puede generar en la percepción que se tiene de una determinada firma. Cuando una empresa no tiene un actuar correcto, esto ocasiona que las personas pierdan la confianza en el marca en cuestión, lo cual puede implicar que el shopper y el consumidor prefieran adquirir otra.
Otro de los aspectos que puede generar el que no se consideren la ética en los negocios por parte de una empresa es que aumentan la probabilidad de que surja una crisis de marca. Cuando se actúa inadecuadamente, y con canales como las redes sociales, es mucho más fácil que esa información llegue a un gran volumen de usuarios y de genere una conversación negativa respecto a la compañía en cuestión, lo cual puede tener un impacto considerable en la preferencia tanto de los shoppers como de los consumidores.
Otro de los riesgos que se pueden generar cuando no se considera este aspecto es que se puede incurrir en un problema legal. Un claro ejemplo es el trabajo que se realiza con bases de datos. Si la información no es manejada de manera adecuada, puede implicar romper alguna de las normas legales que implica el tema.