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En noviembre de 2022 la Secretaría de Economía de México señaló que más de 400 empresas norteamericanas tienen la intención de llevar a cabo un proceso de reubicación de Asia a México.
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De acuerdo con el Fondo Monetario Intencionalidad, México es la 14a economía más grande del mundo.
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Según el Instituto Mexicano del Transporte, en 2022, 85% de las mercancías se trasladaron a través de carreteras.
El panorama económico global se está reconfigurando, y una nueva tendencia está emergiendo: el Nearshoring. Este modelo implica el traslado de la producción de bienes o servicios a países cercanos al lugar de origen de la empresa. Con la pandemia de Covid-19 y el conflicto geopolítico en Ucrania dejando al descubierto las vulnerabilidades de la externalización, las compañías están buscando invertir más cerca de casa.
En este contexto, de acuerdo con Overhaul, México se presenta como una oportunidad prometedora para el Nearshoring, gracias a su posición geográfica estratégica, su sólida infraestructura y su cercanía con Estados Unidos, el mayor socio comercial del país. Sin embargo, para aprovechar plenamente esta oportunidad, es crucial abordar los desafíos de seguridad vial que afectan al transporte terrestre, un componente vital de la cadena de suministro. A medida que el país se integra cada vez más con Estados Unidos y las inversiones extranjeras continúan creciendo, el Nearshoring en México podría ser el camino hacia una economía regional más resiliente.
Cercanía geográfica y oportunidades para México
México cuenta con una ubicación geográfica privilegiada, al ser un puente entre los océanos Atlántico y Pacífico, lo que facilita fuertes vínculos comerciales con los mercados europeos y asiáticos. Esto lo convierte en una opción atractiva para el Nearshoring, ya que las empresas pueden mantener cercanía con sus mercados y reducir la dependencia de largas cadenas de suministro.
Retos y portunidades en infraestructura vial para el Nearshoring
A pesar de las ventajas geográficas de México, las cordilleras que atraviesan el país y la falta de una red fluvial navegable han dificultado el acceso a sus puertos y el transporte de mercancías. Esto ha resultado en una fuerte dependencia del transporte por carretera, lo que expone a la industria al riesgo de robos de carga y otros incidentes.
México y el USMCA
La firma del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA) en 2018 impulsó aún más la integración económica de México con Estados Unidos, convirtiéndose en su mayor socio comercial. A pesar de los desafíos derivados de la pandemia de Covid-19, el comercio en toda América del Norte ha experimentado un crecimiento significativo, demostrando el potencial de México como socio estratégico para las empresas internacionales.
Atracción de inversiones a largo plazo
Las inversiones recientes en México no solo están impulsadas por consideraciones geopolíticas o la resiliencia de la cadena de suministro, sino también por la proximidad geográfica del país a Estados Unidos, su infraestructura fronteriza desarrollada y una mano de obra calificada pero competitiva. Esto proporciona a los inversores una sensación de estabilidad a largo plazo, lo que es esencial para mantener un crecimiento sostenible y atractivo para las empresas internacionales.
La posición geográfica privilegiada de México, su sólida infraestructura y su estrecha relación con Estados Unidos hacen que el país sea una opción atractiva para las inversiones y la reubicación de empresas. Sin embargo, es vital abordar los desafíos de seguridad vial para garantizar el éxito continuo de esta estrategia. A medida que México avanza hacia una economía regional más resiliente, el Nearshoring se presenta como una oportunidad para el crecimiento económico sostenible y una mayor integración comercial en toda América del Norte.
