Definir precios de producto es una tarea que no sólo se basa en la demanda del consumidor, sino también en la calidad y valor agregado de la marca y artículo.
En términos generales, el pricing se puede definir como aquel método utilizado por fabricantes y retailers para determinar lo que cierta marca recibirá por la venta de sus productos, y esto implica conocer a detalle al consumidor para saber cuánto esta dispuesto a pagar por cierto producto y/o servicio, sin que esto le genere pérdidas a la empresa.
Costos de fabricación, demanda del cliente, competencia, condiciones del mercado, inflación, logística y valores agregados son algunos de los factores que intervienen en la fijación de un precio.
Pero como toda estrategia de marketing, llegar a los precios adecuados requiere de ciertos puntos a considerar, además de los ya mencionados, los cuales se pueden conocer mediante las siguientes 7 preguntas que toda marca debería hacerse antes de fijarlos.
¿Cuánto está dispuesto a pagar el cliente por mi producto?
Para conocer lo que tus consumidores están dispuestos a pagar y no tener pérdidas, es necesario que se llevan a cabo algún método de investigación de mercado como la encuesta para saber qué cantidad de dinero puede o desea gastar por cierto producto.
¿A qué tipo de cliente quiero llegar?
Preguntarse esto y saber la respuesta ayudará a la marca a determinar, primeramente, el poder adquisitivo de sus clientes y conocer cuál es el valor que tiene para ellos cierto producto.
Si se trata de un mercado muy específico, como es el caso de artículos premium, seguramente invertirán mucho más.
¿Debo estar pendiente de mi competencia al definir precios?
Aunque parezca una obviedad, puede darse el caso de que alguna empresa desatienda lo que su competencia hace y los precios que maneja para productos de la misma categoría. Es preciso estar pendientes tanto de los costos como estrategias de precios de los competidores, cambios en los mismos durante ciertas temporadas, entre otros.
¿Mi producto tiene valor agregado que haga que el cliente pague más?
Si cuenta con un packaging sustentable, si das más producto por el mismo precio en cierto periodo de tiempo, si al comprarlo das algún tipo de recompensa, u otra cosa que le dé valor agregado a tu producto o servicio, entonces valdría la pena hacer un ajuste al precio, es decir, elevarlo de forma inteligente para no afectar al consumidor y que éste siga comprándolo.
¿Es pertinente fijar precios considerando elementos intangibles?
Tener un nombre como las latas de Coca-Cola, que una lata de desodorante tenga la imagen, número y nombre de algún jugador como lo hizo Nivea, son sólo algunos ejemplos de bienes intangibles que podrían influir en el aumento del precio de un producto.
Aunque están impresos en una latas, su valor real e intangible radica en la experiencia que ofrecen al consumidor de tener un producto personalizado, que deriva incluso en un vínculo emocional.
Aunque existe teoría para la definición de precios, es necesario recordar que el cliente y su dinámica de consumo y preferencia hacia ciertos productos y marcas influye determinantemente en este proceso de poner precios convenientes, sin que afecten los ingresos de las marcas y no representen un abuso para el target.